Comienza septiembre y la Liga se detiene. Es comprensible que tenga que haber unos partidos de las selecciones nacionales para la clasificación para los torneos nacionales, pero ¿necesariamente tiene que ser a principio de temporada? En octubre de nuevo la Liga se ausentará otro fin de semana. ¿No podrían agruparse estos partidos en dos o tres semanas en vez de volvernos locos con calendarios pensados por señores cuya única conexión con el fútbol es la que le proporciona el rodar del balón en su cuenta corriente?