Como el refrán, así parece el caso de Diego Costa. Un jugador que ha pasado de denostado a codiciado. De no contar ni en su equipo a estar entre dos selecciones, con el corazón dividido entre ni más ni menos que los dos favoritos al título de Campeón del Mundo. Y en ese dilema se encuentra Brasil que tiene jugadores con renombre como Fred, Neymar y Hulk arriba en un país donde ha costado que Hulk fuera aceptado cuando era superestrella europea por no haber jugado en Brasil