Ya ocurrió en la final de la Copa. Siempre, o casi siempre, recordamos a los goleadores, a los que dan el último pase, y muy poco a los porteros. En el tiempo perdurarán la genial jugada de Falcao y el gol de Costa, el centro de Koke y el remate de Miranda. Se recordarán, pero menos, las enormes paradas de Courtois a partir de las cuales, siendo justo, el Atleti empezó a creer en la remontada.
Si en Sant Andreu el Atleti salió cómo si estuviera jugando en el Bernabéu en Valencia no iba a ser menos