El Atlético de Madrid sigue haciendo historia al ganar en la prestigiosa plaza de San Siro a un equipo heptacampeón de Europa. No fue tan sencillo como predijeron los gurús del fútbol internacional. Esto es la Liga de Campeones, una competición diferente, la más exigente del planeta, en la que el peso de la historia cuenta mucho. Por más que nos duela, el Atlético es un recién llegado, mientras el Milan es un habitual de este torneo. No es el de Sacchi, tampoco el de Capello ni el de Ancelotti, pero conserva el orgullo y la raza de un equipo campeón.