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Creo que recojo una opinión mayoritaria si afirmo que lo que más preocupó a la afición colchonera del partido entre el Atleti y Las Palmas fue el pobre juego que ofreció el equipo en el centro del campo.

Aunque Simeone tenía otras opciones más novedosas para el primer partido de la temporada decidió alinear a los clásicos. Sólo Óliver Torres se unió a Gabi, Tiago y Koke. Óliver fue titular en la Liga con el Atleti por segunda vez en su carrera.

Después de la extraordinaria exhibición frente al eterno rival el Atlético de Madrid se ha caído de forma inesperada e insólita. En los últimos cuatro partidos hemos visto a un equipo timorato, desnortado y dubitativo. Un conjunto que se comporta de forma extraña, desconocida para quienes hemos seguido su evolución durante los últimos tres años.

Cabe la disculpa de que algunos de sus mejores hombres no han podido jugar

El Atlético de Madrid fue un vendaval desde principio a fin. Los jugadores salieron desde el primer minuto con los ojos hinchados de sangre, la que querían hacer, deportivamente al Real Madrid. En el primer tramo del partido vimos a un Arda Turan superlativo, canalizando todo el juego de ataque colchonero. Se clavó en la banda derecha y desde allí comenzó a dirigir al equipo con un recital de pases, regates, manejo del cuerpo y un exquisito trato a la pelota, que fue poco a poco encendiendo el encuentro.

Media hora fue suficiente para comprobar lo que se ha echado de menos a Arda Turan en los últimos cuatro meses. Sin aquel atropello que le propinó Fàbregas en el último partido de liga en el Camp Nou, quizá el final de la temporada pasada hubiera sido otro. Nunca lo sabremos. Sin esas recurrentes lesiones musculares, a lo mejor, el Atleti hubiera ganado en Vallecas. Tampoco lo sabremos nunca. Lo que sí se puede asegurar es que ayer hubo dos partidos distintos: antes de Arda y después de Arda.

En la presentación de la nueva Quiniela le preguntaron a Enrique Cerezo sobre la posible vuelta de Tiago, a lo que aquél respondió: «El arrepentimiento hay que hacerlo a tiempo». Lo que todo el mundo interpretó como que Tiago no tenía ninguna posibilidad de pudiera llegar a un acuerdo con el Atlético de Madrid. A las pocas horas la cuenta oficial de twitter del club anunciaba el compromiso que habían alcanzado para los dos próximos años.

No me creo, de ninguna manera, que Jorge Mendes le haya mentido a Tiago. O sea, que no me creo que Jorge Mendes le prometiera en mayo a su representado un contrato con el Chelsea para luego decirle que no puede hacerse efectivo porque hay un problema de licencias -tampoco sabemos exactamente qué significa eso de un problema de licencias, por cierto- que lo impide. Mendes, que tiene control sobre todo y domina su trabajo como ninguno, no ha podido pasar por alto esa cuestión tan importante.

Por si al final se produce la desbandada de futbolistas en el Atlético de Madrid que se lleva anunciando un par de semanas, Miguel Ángel Gil y Enrique Cerezo han puesto en marcha una estrategia en los medios de comunicación para eludir su responsabilidad. Mediante el ya tradicional método de echar balones fuera quieren repartir responsabilidades entre todos los que puedan implicar de forma que ellos queden eliminados de la lista de culpables.