forzaatleti

El Atleti volvió a su esencia: el contragolpe. Desde el repliegue y hacia el ataque con una velocidad vertiginosa. Como nadie lo sabe hacer desde que El Ala Infernal lo inventara en el Stadium Metropolitano. Desde Collar y Peiró hasta Adrián y Falcao, pasando por el guardián de este maravilloso invento: Luis Aragonés. El Cholo Simeone quiere continuar la saga del contraataque que tantas tardes de gloria dio al Atlético de Madrid y a sus aficionados.

Despiadado, depredador, insaciable. Así es Falcao en noches como la de ayer. Un delantero centro superlativo que lleva el gol en las entrañas. Difícilmente encontrarán dos rematadores mejores que el colombiano, por mucho que rebusquen a lo largo y ancho del orbe. El Calderón vivió una fiesta en el primer partido de liga porque Falcao tiró del repertorio más variado y vistoso para colocar en su casillero particular los tres primeros goles de su, seguro, abultada cuenta goleadora a final de temporada.

En los prolegómenos del encuentro se produjo el reconocimiento de la institución y de la afición a Perea y a Antonio López. Por una vez el club estuvo a la altura reconociendo la extensa hoja de servicios de ambos defensas. Otros, con más motivos para el homenaje, se marcharon sin pena ni gloria del club, pero eso no es excusa para persistir en el error.
El Atlético de Madrid comenzó el partido sin energía. Desde el principio el Málaga se adueñó del partido a través de la posesión de la pelota.

Simeone quiso trasladar dos mensajes en rueda de prensa, que el enésimo sobreesfuerzo de la plantilla había dado frutos y había que valorar la segunda vuelta de su equipo y hacer una mención muy sentida a los dos capitanes que dejan el club a final de temporada: Antonio López y Luis Amaranto Perea. Pelegrini compareció en sala de prensa con semblante serio porque según su opinión el partido se les fue de las manos por demeritos propios más que por méritos del rival.

El Atlético de Madrid fue generoso en el esfuerzo, en el juego, en las ocasiones. Tan generoso, que también lo fue con el rival y le concedió la posibilidad de, incluso, ganar el partido. Curiosamente al Cholo se le pidió pausa, cuando otras veces se le reclamó atrevimiento. Paradojas del fútbol. Encontrar el equilibrio entre ambos aspectos es fundamental para dejar de ser un equipo impredecible y transformarse en fiable.
Porque eso es lo que necesita el Atleti, fiabilidad para poder ser regular.

Hágase la luz. Y la luz se hizo. ¿Pero habrá llegado la luz a tiempo? Diego Ribas ha vuelto de una lesión que le ha apartado del once atlético en los últimos 8 partidos. Y con Diego vuelve el juego ofensivo, el desborde y la improvisación en la zona de tres cuartos vuelve a dar algo de brillo al apagado juego de los de Simeone que llegan al tramo final de Liga exhaustos, faltos de idea y a remolque en la Liga quedando pocos partidos restantes y con el margen de error muy estrecho para remontar semejante cantidad de puntos y puestos.

Han pasado unas semanas desde que el Cholo se hiciese cargo del banquillo rojiblanco y, como siempre en la historia moderna del club, todo vuelve al principio en un desesperante regreso al pasado. Cada vez que el Atlético se acerca a las posiciones que por solera, tradición y palmarés se merece, una crisis de resultados echa por tierra el trabajo anterior y la mediocridad vuelve a instalarse bien cerquita del Paseo de los Melancólicos.