Hace apenas un año que llegó al Atlético de Madrid. Su precio, más de cuatro millones de euros, y un pasado madridista, hicieron que se le mirase con lupa desde un primer momento. Tampoco ayudó su bajo rendimiento en lo deportivo, siempre a la sombra de futbolistas como Reyes, Agüero o Forlán, ni la solución fácil de darle ración doble de banquillo y grada domingo sí y domingo también por parte del antiguo entrenador. Pero Juanfran no se desanimó.