Llevo 15 años yendo a ver al Atleti. He cantado el himno miles de veces, cánticos de victoria y de reprobación, he levantado cartulinas, he lanzado al aire papelitos. He vivido momentos inolvidables de rojiblanco pero creo que de los mejores que jamás viví como hincha, en el que más en comunión me sentí con el resto de atléticos ni siquiera ocurrió en un campo, sino en un túnel. En el túnel de la victoria…ese que nos enseñó la luz tras nuestra enésima travesía por el desierto.