El Atlético de Madrid sumó tres nuevos puntos en un encuentro bastante soso y aburrido. Las jornadas entre semana suelen ser de este corte: juego trabado, pocos goles y casi nada de espectáculo. El partido contra el Getafe obedeció a estas premisas. Y eso que el comienzo fue prometedor gracias al tempranero gol de Griezmann. Pero después del gol, el Atleti entró en una fase de letargo que duró demasiado tiempo. Sólo Correa añadió un poco de picante en la segunda parte.