Bueno es que el Atleti viva un estado absolutamente inusual de tranquilidad. Bueno es también que Simeone haya recuperado la vieja filosofía del Atleti de jugar en equipo, con menos recursos, para competir en igualdad de condiciones contra la vanidad del dinero.
Bueno es también que en los programas deportivos, si es que todavía queda alguno, hablen más de parcela deportiva que de la venta de fichajes o de las gracietas del presidente en momentos de indignación.