Hacer de la victoria una forma de vida y de la derrota, algo que se puede dar y que hay que asumir sin estridencias ni fatalismos. Superar los pocos malos momentos que ha tenido el Atlético de Madrid en los dos últimos años. A eso es a lo que nos han acostumbrado Simeone y los jugadores.
Las circunstancias del partido contra el Getafe hacían temer un partido complicado y salió el más arrollador de toda la temporada.