Cuando Filipe Luis se tuvo que retirar acalambrado, a Koke se les subieron los gemelos, Tiago no podía casi ni permanecer de pie y así, en similares circunstancias, los demás jugadores atléticos, sobre el césped del Estadio de la Luz un hombre vestido de rojiblanco con un brazalete verde chillón, con el número 14 a la espalda seguía corriendo como si aquél abultado, tanto como injusto, resultado aún tuviera solución. El capitán del Atlético de Madrid, nuestro capitán, dio una lección de pundonor