«El que no esté a gusto, que pague la cláusula y se vaya», repite el presidente Cerezo hasta la saciedad. Atrás quedó aquello de «vendrá uno igual o mejor». Este año la canción es muy distinta. Nos están diciendo: se van a marchar jugadores, sí, pero no podemos hacer nada porque pagan su cláusula de rescisión. Dicho y hecho. El primer día del año fiscal para los clubes de fútbol, Diego Costa pone rumbo al Chelsea inglés.