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El Atlético de Madrid cosechó ante el Villarreal en El Madrigal su segundo pinchazo de la temporada en un partido que tiene totalmente dividida a la afición colchonera en las tertulias mañaneras. El abanico de opiniones es tan grande que el descanso para el café en el curro –aquél que aún lo conserva- se ha convertido en una especie de Punto Pelota especial edición colchonera en este lunes.
Para todo aquél que, como servidor, no había visto el partido, se convertía en odisea aventurarse a saber lo que había acontecido sobre el verde.

El viernes se sortearon los enfrentamientos para la edición 2013 / 2014 del Campeonato de España en el estadio Vicente Calderón. En un ratito quedaron decididos todos los emparejamientos desde los dieciseisavos hasta las semifinales. Adiós a la emoción de los sorteos después de cada eliminatoria. Es la primera perversión de la competición, no la última. Tienen la virtud los dirigentes del fútbol español, los de la RFEF -Real Federación Española de Fútbol- y los de la LFP -Liga de Fútbol Prostituida- de poner todo su empeño en cargárselo.

Falló Diego Costa ayer un penalti y la red parecía sonrojarse y pedir perdón. Es lo que tiene crear una rutina tan íntima. Como el café de por las mañanas y el punto de la carne, hay cosas difíciles de cambiar de un día para otro. Costumbres graníticas. La de Costa es el gol. Muchos desconfiaron y dejaron de creer y Diego les recondujo en minutos por el camino de la fe de la que él es profeta.
Falló el penalti y no parecía buscar el gol: parecía buscar venganza.

A raíz del partido entre nuestros máximos rivales en Liga, he detectado ciertas conductas que antaño eran casi imposibles de volver a ver.
Por un lado, el efecto de la victoria y el sentimiento de orgullo y pertenencia que ha inculcado el Cholo al equipo, ha tenido su efecto en la grada, recuperando en parte el nivel de exigencia que se había perdido en los últimos 25 años.

Alrededor de 25 millones de euros se ha gastado, supuestamente, el Atlético de Madrid en fichajes esta temporada. Y digo supuestamente porque cuesta creer que un club que tiene un presupuesto de poco más de cien millones y que ha tenido que amortizar casi veinte a Hacienda y que está en el umbral de la quiebra pueda permitirse el lujo de fichar jugadores por esa cantidad de dinero con el visto bueno de la Liga.
Bien, sea como fuere, las incorporaciones rojiblancas de esta temporada han sido: Baptistao, Villa, Guilavogui, Giménez y Alderweireld.

Superó el Atleti el contratiempo de Cornellá con un puñetazo encima de la mesa en Viena. El equipo se ha sacudido el polvo con una naturalidad digna de equipo grande borrando de un plumazo la idea de que la burbuja en la que vive este equipo desde hace tiempo pueda resquebrajarse. Pero en el día a día del Atlético de Madrid hay un runrún que suena cada vez con más fuerza conforme se acerca el mercado invernal: un hipotético retorno de Diego Ribas.

La verdad es que es difícil completar una semana de celebración como esta. ¿Qué queda por contar? ¿Qué matiz del hombre, el personaje o el mito Simeone no hemos tocado aún en Forza Atleti? Mis compañeros han hecho un completo repaso a estos 100 partidos y espero que con este último artículo empecemos a ver su equipo con la perspectiva histórica que va adquiriendo. El Atlético de Madrid que todos tenemos la suerte de vivir es mejor que el último gran Atleti que vivimos todos (o casi todos si sois muy jóvenes)