Anoche fue el día de las segundas oportunidades. Es como al día siguiente de romper con el amor de tu vida lo primero que haces, casi instintivamente y con el pinchazo del despecho aún doliendo, coges el teléfono y marcas ese número que creías olvidado, el de tu ex: “¿¡Diego!?, veras…ejem…que he estado pensando mucho en ti…en lo nuestro…todo este tiempo que hemos estado alejados…y además este verano…pues eso…que…¡te quiero!” Como avergonzado, sin saber qué más decir…como agarrándote a ese amor que creías muerto por aferrarte a algo. Como casarte con tu ex novia.