Que el lenguaje del fútbol se ha deteriorado enormemente desde hace unos años hasta hoy no le cabe la menor duda a nadie. El motivo principal por lo que esto ha ocurrido es la escasa preparación de los periodistas y la cantidad de advenedizos comentaristas que copan los micrófonos y las redacciones de periódicos. Supongo que también influye el nulo interés que tienen estos en mejorar y cuidar nuestro querido idioma. Veamos dos clarísimos ejemplos de lo que digo.