Gracias por ser tan bueno dentro del campo pero sobre todo por ser mucho mejor que nosotros fuera de él y por esperar pacientemente este día en que todos con gesto de culpa nos levantamos y te despedimos del campo levantados ovacionando tu cambio aplaudiendo hasta que nos duelen las manos. Es poco pero es un comienzo. Para que nosotros también podamos algún día perdonarnos.