No tengo ninguna duda. Las casualidades no existen en el Atleti y aunque algunos no crean o no quieran creerlo, existe la memoria.
Esta vez no voy a retroceder 25 años en el tiempo para denunciar nada, pues está claro que este argumento anestesia a la mayor parte de la masa social atlética que ha aceptado sin rubor que aunque sea cierto no es importante o no tiene remedio.