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El Atlético de Madrid pone frente al Zaragoza el punto y final a una temporada sensacional en la que los dos títulos y el tercer puesto liguero enmascararon la baja voluntaria de la Europa League. Una temporada que quedará en el recuerdo como la temporada en el que el Atleti acabó con la peor racha de su historia frente a su eterno rival en el mejor escenario posible, la final de la Copa del Rey.

Con una sonrisa de oreja a oreja y los objetivos cumplidos. Así encara el Atlético de Madrid las dos jornadas que restan para el final de la Liga. Los pupilos de Simeone dispondrán de un partido de despedida y homenaje en el Calderón. La afición vive en una nube y agradecerá al equipo la magnífica temporada que han realizado. En frente estará un Mallorca en descenso entrenado por Manzano, aquel entrenador cuya inoperancia dio pie a que se fundase el Cholismo.

Con la tranquilidad de haber asegurado la Champions y con la final de Copa en el horizonte, la visita del Barça al Calderón se presenta menos atractiva de lo que en realidad es. Un Atleti-Barça es uno de los mejores duelos que se pueden ver en el fútbol español. Además, alicientes hay.

La principal motivación no es otra que la obligación de salir a ganar siempre que tiene el Atlético de Madrid.

El Atleti vuelve a tierras gallegas para visitar al Celta de Vigo en el partido adelantado correspondiente a la jornada 36ª. Esta atípica situación causada por la final de Copa del Rey puede permitir al Atleti asegurar la 3ª plaza antes del duelo frente al Barça en el Calderón. Hay que aprovecharlo.

A falta de diez días para la final de la Copa, el Atlético de Madrid tiene ante sí tres duelos de suma importancia.

Después de una semana en la que ha costado digerir la humillante derrota, otra más, ante el Madrid y en la que hemos visto como los futbolistas del Atleti se iban de visita a Azerbaiyán para cumplir con los compromisos con el patrocinador y disputar un amistoso contra un combinado local vuelve, por fin, la rutina liguera. En un campo difícil y ante un rival necesitado.
El aficionado rojiblanco también necesita una victoria que le quite el paupérrimo sabor de boca que dejó el derbi y que le permita prácticamente sellar esa tercera plaza.

Ha llegado el día ‘D’. Ese partido que todos los colchoneros buscan en el calendario con una mezcla de ganas y temor. Unas ganas que amenazan con convertirse en obsesión si el Atleti no consigue poner fin a una nefasta racha sin victorias que sonroja a los aficionados rojiblancos más mayores y casi atemoriza a los más jóvenes. El derbi. Un partido ante el eterno rival que este año, además, tendrá un valor añadido; la posibilidad, en caso de ganar, de adelantarle en la clasificación liguera.

Con el buen sabor de boca que dejó la victoria frente al Granada aún presente en los aficionados rojiblancos, el Atleti encara la parte más complicada del calendario con tres objetivos. El primero y más necesario por el componente económico, es asegurar la tercera plaza. El segundo, por proximidad en el tiempo, es vencer al Madrid y romper esa nefasta racha que ya dura demasiado. El tercero y último, pero igual de importante que el anterior, es quedar por encima del eterno rival al final de la Liga.