Ha pasado algo más de una semana desde que firmé el contrato con mi nuevo equipo. Parece que fue ayer cuando tenía cuatro años y me incorporé por primera vez al Atleti en Casarrubuelos. Desde el avión en el que viajo para incorporarme al Manchester United lo recuerdo con nostalgia, con la sensación de que esta nostalgia va a ser mi compañera de viaje por mucho tiempo. Como cualquier otro niño, iba cada tarde acompañado de ilusión y de mis padres (sin su apoyo nada de esto hubiese sido posible) con la única meta de defender la portería del Calderón algún día.