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Creo que hablo en nombre de muchos, de casi todos, si digo que cada año comenzamos convencidos que este año sí, que nos lo debe el fútbol, la historia, la lógica y la estadística. Que por fin este año acabaremos con el escarnio que supone no ser capaz de ganar un derbi.

Pero si malo es el resultado, esta vez menos vergonzoso en el marcador que otras como único atenuante, me resultan insoportables cuatro cosas:

LA ACTITUD DE LA AFICIÓN. La apatía y falta de crítica de los aficionados. Muchos creen que es el problema más grave del Atleti. Puedo entender que tras años de travesía por el desierto cuesta ser crítico con el entrenador que nos ha devuelto a la senda de la victoria y del respeto del rival. Pero no puede ser que en el partido decisivo para dilucidar el segundo puesto y cerrar de paso la última herida que queda abierta dimita el equipo de su obligación y que la afición en vez de ser un clamor de pañuelos y enfado estén pensando en lo bonito que ha quedado el tifo. Inaceptable si queremos completar el camino de vuelta para ser grandes. Sencillamente. ¡Autocrítica ya!

LA ACTITUD DE LOS JUGADORES. Tanto en el campo como después. Ya no te digo que parece muchas veces (las más) que les han inyectado horchata antes de salir al campo si no que además intenten justificar lo injustificable (14 años de bochorno). El sábado Filipe Luis tuvo la salida de tono más grande que recuerdo en mucho tiempo que a él particularmente le debería avergonzar. Si ese es el mensaje que se maneja en el vestuario para gestionar la derrota no vamos a ganar un derbi jamás:

«Sus suplentes son 10 veces nuestro presupuesto. Para los aficionados, puede que perder ante los suplentes del Madrid sea decepcionante, pero serían titulares en cualquier otro equipo”

Simeone en la rueda de prensa del derbi

LA RESPUESTA DEL ENTRENADOR. Voy a intentar no entrar en el fondo de sus decisiones técnicas. De porqué no saca a este jugador que yo sacaría o manda al banquillo a tal otro que está para el arrastre. No voy a valorarlo porque entiendo que Simeone trabaja con estos jugadores cada día y no dudo que quiere ganar siempre y no va a tomar decisiones que perjudiquen el resultado. Me parece que sí se equivoca y gravemente cada vez que no consigue ganar y se sienta en la sala de prensa con el cuchillo entre los dientes dispuesto a repartir collejas a diestro y siniestro a quien se atreva a preguntarle algo medianamente incómodo. No parece entender Diego que las explicaciones que él dé no se las debe a un periodista que le pregunta con mayor o menor doble intención sino que se las debe al aficionado que se marcha amargado tras perder otro derbi, que no entiende como el equipo puede no jugar a nada en Getafe o en Vallecas y dejar mucho que desear en su juego en algún partido más. No se trata de empañar su magnífica temporada sino de entender la opinión del entrenador y ver como se puede solucionar un problema a futuro. Con Simeone las ruedas de prensa tras victorias son largas y se extiende en datos y estadísticas pero tras una derrota son ásperas y parece que los que han perdido son los que le preguntan porque Simeone les abronca. Literalmente. ¿Ejemplos? Tres ejemplos a pregunta de tres periodistas del sábado:

–Poniendo en perspectiva el partido y como se presentaba ¿le parece que han dejado pasar una ocasión histórica de cerrar una herida y por fin ganar un derbi para alegría de tantos atléticos?

Simeone: «No. ¿Por qué? ¿Ocasión perdida? En mayo hay otra, más importante. Y si no el año que viene otras dos y al siguiente otras dos.«

-Buenas noches… [le interrumpe Simeone]

Simeone: «Me vas  a preguntar por Óliver. Siempre me preguntas por lo mismo…salvo cuando ganamos.«

-En realidad sí…el equipo perdió 106 balones hoy y… [le interrumpe Simeone otra vez]

Simeone: «¿Y cuántos perdió contra el Sevilla? Ah…esos no los contaste…«

-Le noto muy escueto en las respuestas. Quería preguntarle por un análisis más en profundidad de la derrota.

Simeone: «Siempre respondo así pero tu vienes aquí poco. Hay pronto otra oportunidad de ganar un derbi, más importante en la que muchos no creen pero eso no importa…mejor.»

Muy a la defensiva siempre Simeone. ¿Por qué? La mejor defensa parece ser un buen ataque. Cuando vengan mal dadas la sala de prensa va a parecer zona de guerra. Al tiempo.

 EL BOCHORNOSO SHOW DE ENRIQUE CEREZO. Oía el otro día a Juan Luis Cano, reputado atlético miembro de la recién creada peña de «Los 50 del Atleti» verbalizar la vergüenza tremenda que muchos sentimos de las salidas de tono constante intentando ser gracioso del presidente D. Enrique Cerezo. Además y aquí está el quid de la cuestión, Juan Luis muy acertadamente protestaba por las inaceptables licencias que la prensa en general se toma con el Atleti. Se permite tratar al club como un grupo de patanes graciosetes, de idiotas simpáticos o de segundones. Es un tratamiento que no se da a ningún otro club y es sencillamente inaceptable. Está claro que el conformismo que muestra el Presidente y los mensajes de «graciosillo de la clase» son su marca de la casa y han acabado queriendo atribuirle ese pensamiento a todos los atléticos. Yo me niego. Pero D. Enrique lo pone difícil. Cada vez que habla deja pequeña la anterior sandez, la de la mañana del domingo es difícilmente superable y parece una cita de Groucho Marx:

«El problema por el que no ganamos el derbi es que metieron un gol más que nosotros y que nos ganaron, ese es el problema, no hay otra cosa. «

Hartos de perder derbis. Sobre todo eso. Pero también hartos de parecer aficionados aborregados que no saben separar lo mucho bueno que estamos viviendo de lo malo que hay que criticar para que no se perpetúen ni vuelvan vicios del pasado. Hartos de jugadores que dimiten de sus obligaciones dos veces al año, cada año y de sus vergonzantes explicaciones posteriores. Hartos de los paños calientes en sala de prensa si los resultados no vienen bien dado y de evitar la autocrítica. Y sobre todo hartos de ser el hazmerreir de propios y extraños cada vez que le acercan un micrófono al presidente y decide retratarnos a todos como unos simpáticos perdedores. Muchos de nosotros, los que no reímos las gracias al presidente y no soportamos esta horrible racha sin ganar un derbi, simplemente estamos hartos.