España dejó lo mejor para el final. Caminó por el campeonato con oficio y eficacia, aunque sin brillantez, hasta el último partido. Cuando toda la atención de la Europa futbolística estaba centrada en Kiev, España asombró al mundo con un partido para la historia. Llevó el fútbol hasta el extremo. Belleza, deporte y arte se conjugaron sobre el césped para otorgar una victoria inolvidable a España.
Lo más grande de todo lo que está pasando desde hace cuatro años es que todas las selecciones quieren imitar a España. Ya no vale ganar, hay que ganar jugando bien al fútbol entreteniendo, disfrutando, emocionando. Nuestra selección ha creado escuela. España tiene un estilo que todos quieren imitar. A la selección de Brasil de Pelé, a la Alemania de Beckenbauer, a la Argentina de Maradona, se le ha unido España.
No es la España de nadie. Es la de todos porque esta seleción tiene muchos responsables. Empezando por Luis y siguiendo por Casillas, Xavi, Iniesta, Puyol, Villa, Torres y terminando por todos los que han ido a Polonia y Ucrania y no han jugado ni un solo minuto. En un deporte de equipo en el que, con demasiada frecuencia se destacan las individualidades por encima del conjunto, España ha conseguido que nadie resalte por encima de los demás. Todos son necesarios, ninguno es prescindible.
No quiero terminar sin dedicar un párrafo al mejor jugador español. Xavi es el metrónomo de la selección. Todos son grandes: Iniesta tiene el duende, Alonso la constancia, Silva la movilidad, Cesc la llegada, Casillas la seguridad, pero Xavi tiene lo más valioso: hace mejores a los compañeros. No había destacado en ningún encuentro, a mi juicio, porque estuvo embutido entre los numerosos centrocampistas españoles. Hoy apareció para gloria del fútbol y llevar a la selección al tercer título europeo. No es coincidencia que el mejor partido de Xavi haya sido también el mejor de España.
Torres ha logrado el galardón de máximo goleador de la selección. «Para mí lo más bonito es ver sonreír y disfrutar a Mata. Se merecía ese gol» dijo Fernando al final del partido. Una frase que resume el espíritu de esta selección única. Es el espíritu que debe seguir guiando a este maravilloso grupo de jugadores que a buen seguro nos seguirá dando muchas alegrías.
Lo qué más duele es ver como en está selección mítica a penas ha habido jugadores del atleti. Nos tenemos qué conformar con la representación de Torres un atlético de corazón. Y por supuesto con don luis aragonés,qué fue quien lo empezó todo.