Solo Manzano empezó creyendo en Manzano. Nadie terminó creyendo en Manzano, ni siquiera Gregorio. Su fichaje fue la consecuencia de la negativa de varios técnicos que no aceptaron la oferta de trabajo que le ofrecía el Atlético de Madrid. El único que permitió que los dos máximos accionistas del club alcanzaran un consenso. La duración del contrato de Manzano llevaba a pensar que era una tregua transitoria entre ambos, más que a constatar que habían firmado un armisticio.
El tránsito de Manzano por el Atlético de Madrid en su segunda etapa fue un vía crucis desde el principio. Se incorporó con la mitad de la plantilla despedazada por sus voraces dirigentes. El club se encontraba en plena convulsión provocada por la espantada de Agüero y por la ocultada, pero cantada, negociación de De Gea con el ManU. No terminaron ahí los problemas. La forzada marcha de Forlán y la tardía incorporación de los nuevos fichajes formaban una mezcla explosiva que Manzano debía ser capaz de desactivar.
Lo consiguió al principio. La contratación de Falcao y la incorporación de Diego a última hora desató la euforia de una afición necesitada de una sobredosis de moral tras la huida de sus anteriores ídolos. Fue una ilusión efímera, desinflada de sopetón en el enfrentamiento con el Barcelona. Topetazo con la realidad. A partir de ahí, los jugadores se desentendieron del proyecto.
A Manzano le despiden del Atlético de malas maneras. Debió irse cuando salió Caminero a decir que mantendrían al técnico durante tres partidos. No lo hizo y se dejó la dignidad profesional en el asiento del banquillo. Manzano deja el equipo con una tendencia negativa. Llega el enésimo salvador.
Simeone
La inmensa mayoría guarda de Simeone el recuerdo del jugador de finales de los 90. La misma inmensa mayoría que no tiene ni idea de cómo es su trabajo entrenando, pero se apunta a la euforia como quien se va a la feria. La misma euforia que se desbordó tras dos partidos contra dos equipos que se debaten en los últimos puestos de la clasificación. ¿Recuerdan?
La afición espera que pueda transmitir a la plantilla la pasión y la garra que le sobraban como jugador. Es lo que nos queda. El fútbol, al rincón.
El palco ha escuchado a la grada. Es una solución de urgencia que tiene la intención de acallar a la grada que ha gritado contra el palco unas cuantas veces en los últimos partidos. Cuestión de supervivencia. De paso, se supone, que pretende remontar una temporada que puede ser tan anodina, aburrida, desesperante y amarga como tantas otras.
Una plantilla que fue concebida, nos dijeron, para un tipo de entrenador que es exactamente el opuesto al que acaba de llegar. Así se hacen las cosas en el Atleti de Gil. Y encima, queremos que funcione. Hará falta una concatenación de milagros para que eso ocurra.
El problema de los jugadores ahora mismo, mas que táctico, es anímico. No pueden seguir ningún tipo de estrategia si ni siquiera creen en sí mismos.
Falcao por ejemplo ha superado con creces la peor racha goleadora de su vida y han dejado entre todos en ridíduculo a un club centenario y pico que ha pasado de no haber perdido jamás con un segunda B a hacerlo dos veces en menos de un mes y encima ser eliminado por ello en copa.
Según me ha comentado un colega de argentina y como tu bien dices, el fútbol se va castigado al rincón un tiempecito. Simeone parece ser un amarrategui obsesivo. Todo apunta a que vamos a volver al atleti de Quique, el de las contras rápidas. Yo sinceramente prefiero eso a tocar y tocar y aburrir y aburrir al público para luego acabar perdiendo 4-2 ridículo tras ridículo. Al menos volverá la emoción a nuestro equipo, todo en teoría claro.
Por otro lado me reconoce que el Cholo sabe realmente imprimir su garra y carácter a los jugadores. Sus equipos son aguerridos y con gran espíritu ganador, como él en sus años mozos. Ésta es, seguramente, su habilidad mas codiciada por los aficionados en este momento ya que, al menos yo, estoy deseando ver un poquito de lucha y pundonor sobre el terreno de juego.
Como ya dije en otra ocasión, soy demasiado joven como para haber conocido a los jugadores legendarios en acción. Recuerdo muy vagamente a Schuster y Futre (no estoy seguro de si lo he soñado) pero los verdaderos ídolos de mi niñez fueron los del doblete. Simeone el que más, seguido de Pantic. Por ello, y a sabiendas de que mi opinión quizas no sea objetiva, yo le considero totalmente capacitado para enderezar el rumbo del Atleti…o quiero creerlo. También espero que no sea un nuevo icono quemado por los de arriba tipo Abel, Caminero y, tarde o temprano, Pantic.
Un saludo y muchos ánimos, que los necesitamos.
Esta vez Gil se ha dejado influenciar por la grada, lo que quiere decir que sí es sensible a las protestas en el sentido de que le preocupan si estas son continuas y van directamente contra él.
Simeone lo tiene muy difícil, y por tanto, el Atleti. Me conformaría con que Siemone cambiara la dinámica de juego y de resultados, sobre todo en liga.
Un abrazo y Feliz Navidad, don Jaime.