Lucio Anneo Séneca era un filósofo hispano-romano que propugnaba que un cierto pesimismo vital era una postura más inteligente que el optimismo acrítico, ya que los pesimistas aunque no lo parezca son más felices. El motivo es simple, los optimistas siempre quedan decepcionados con la realidad mientras que aquellos que siempre se ponen en lo peor nunca se sienten defraudados.
Séneca pertenecía a una corriente de pensamiento conocida como “estoicismo”, los estoicos nacieron en Atenas, muchos siglos antes, de la mano de Zenón de Citio y reciben su nombre de la costumbre que tenían de reunirse en un pórtico pintado del Ágora conocido como el “stóa”. De stóa, estoicos, “los del stóa”, los del pórtico (pintado).
El estoicismo clásico sostenía que todo está regido por el “Logos”, una fuerza natural que controla el Cosmos y todo lo que en él acontece. Nada ni nadie puede cambiar las leyes naturales ni el destino, el Logos es inexorable. Por lo tanto, la mejor manera de vivir es aquella que contempla, por una parte, el conocimiento del Logos y, por otra, su aceptación. No esperes nada, no desees nada, no te dejes llevar por tus pasiones, busca el autocontrol y la impasibilidad (apatheia). Sólo así podrás llegar a la imperturbabilidad (ataraxia) y la absoluta ausencia de sufrimiento.
Por qué les estoy contando todo esto, muy fácil. Yo en las cuestiones referidas al Atlético de Madrid soy un estoico, o lo intento. Especialmente en la temporada de fichajes.
Muchos rojiblancos se ilusionan, desde hace años, con la configuración de la plantilla de la siguiente temporada, elucubran fichajes, siguen atentos los culebrones veraniegos y al final se sienten desilusionados porque menganito o zutanito no vendrán pero sí lo hará el mediocre de fulanito. ¡Qué drama! Otros directamente parten de la consigna de “otro año, otro timo” y pase lo que pase, se vaya quien se vaya y venga quien venga siempre les parecerá mal. Yo intento mantenerme en una posición más elevada a ese debate pero no siempre lo consigo. Sigo intentándolo.
Hace unos días dije en esta misma web que los fichajes del Atlético de Madrid están determinados por el ínclito Mendes y sus fondos de inversiones. La UEFA y LFP, a través del fairplay financiero, analizan con lupa la economía rojiblanca y tienen la potestad de vetar posibles incorporaciones que desestabilicen nuestra economía. De hecho, incluso clubes más pudientes que el nuestro están siendo objeto de un férreo control. Eso es así y por desconocido que sea no deja de ser real.
Además, la economía rojiblanca actual no deja al club colchonero apenas margen de maniobra en este campo acción. Por eso, resulta patético elucubrar con la llegada de éste o aquél. Vendrán los que quiera Mendes y alguno que pueda traer el Club. La economía futbolística en poco se parece a la economía doméstica o a la del PC Fútbol. Y no vale eso de lo que me pagan por uno lo invierto en otro, por mucho que así lo venda la prensa. El Atleti no tiene liquidez para pagar nada a tocateja y todo fichaje depende de una serie de garantías que el Club ya no puede ofrecer. Nadie te va a vender nada si no puedes demostrar que serás solvente en el futuro y el Atleti no puede. Por eso, todo fichaje colchonero cuenta con el aval o préstamo de fondos de inversión que ponen su dinero en aquello que ellos creen que es razonablemente rentable y, para nada, no tienen en cuenta la opinión del Cholo y la de Gil Marín, obviamente, aún menos, la opinión del aficionado de a pie. Ergo… ¿Por qué preocuparse por aquello que nos es absolutamente ajeno y en lo que nada podemos hacer?
Aún así, hay mucho aficionado que se escandaliza porque este o aquel jugador han decidido abandonar el Club cuando ¿quién, en su sano juicio, no marcharía a otra empresa si la suya no pudiera garantizarle el sueldo o el éxito profesional? Si tu equipo, año tras año, vende a sus mejores jugadores y no puede certificar la estabilidad competitiva y, además, te pagan más ¿por qué quedarse? ¿Qué se le puede recriminar a Costa? Un tipo al que has tenido cedido de aquí para allá y que ahora que, por fin, parece bueno ¿tiene la obligación moral de quedarse? No lo veo. Cuando además, otros, ya hicieron lo mismo, léase Kun Agüero o hasta el canterano e ídolo local Fernando Torres. Absurdo.
También hay quienes deciden vetar moralmente toda incorporación que no sea de su agrado afectivo. Véase el caso de Callejón. Toda su culpa es ser madridista y ex de la cantera blanca. No entiendo estos ridículos remilgos. ¿Acaso no era Manquillo canterano del Madrid? Sí, sí, Manquillo. El Atleti tuvo como técnico (y querido y aclamado) a Quique Sánchez Flores, uno de los más fanáticos madridistas y anti-atlético de la historia y nadie, nunca, dijo nada. El Atlético de Madrid fichó a un personaje como Reyes, mal profesional, y que una temporada antes perdió dinero por irse al Madrid antes que al Atleti. Pues ese tipo salió del campo vitoreado por la afición y pocos meses después de jurar amor eterno a la zamarra rojiblanco forzó su marcha al Sevilla. Sin embargo, recuerdo a otro central merengue, un tal García Calvo, canterano madridista y hoy rojiblanco de corazón. ¿Es que aquí nadie tiene memoria?
En la historia del Atleti ha habido grandes figuras que quisieron irse como Collar o Caminero y no les dejaron y otros que quisieron quedarse y tuvieron que irse como Peiró. Pues no hace mucho, un turco llamado Arda Turan, inspirador de eso que se ha venido en llamar Ardaturanismo y que enfervoriza a buena parte de la afición, quiso salir del Atleti y nos consideró un club menor, un club trampolín ¿dónde están ahora los puristas? Pues ese turco quizá dentro de no mucho quiera volver a irse ¿entonces qué?
Sinceramente, todo lo que pase en el Atlético fuera de los terrenos de juego me da igual, a aquél que se enfunda la rojiblanca cada domingo lo considero uno de los nuestros y sólo le pido respeto por los colores que luce y por el escudo que lleva junto a su corazón. Que no emponzoñe mi historia, que se deje la vida y que no monte espectáculos tribuneros. Ya decidiré yo, con perspectiva, que hueco ocupa en mi memoria.
Puedo superar, con mi estoicismo, el menosprecio de la prensa, la ruina del club, estar en manos de dos delincuentes que viven del Atleti en medio de la aceptación popular pero, por favor, no puedo entender ni comprender, cada vez menos, el sentir de esta afición. Hace tiempo que ya no entiendo nada, es hora de volver a leer a los “Diálogos” de Séneca.
Efectivamente. Mientras defiendan la rojiblanca, con ellos a muerte. Pero por lo que no paso es por los «besaescudos» y los que te juran amor eterno mientras negocian con otro club.
Si eres un profesional, lo eres siempre.
Poca memoria tuvimos con Forlán, fue siempre un profesional, y muy claro cuando dijo que no besaba el escudo por que él no era hincha del Atlético de Madrid, simplemente fue honesto. Y lo echamos como agua sucia, poco después de ser balón de oro del mundial, porque preferimos ponernos del lado de Quique Sánchez Flores…..
eso es, Forlán, es un profesional 100% y aquí fue maltratado por ser un profesional absoluto. Se lleva más los besaescudos y los que dicen cosas que no siente. Yo quiero profesionale tipo Forlán o Schuster.
O incluso Filipe Luis. Pocos jugadores han salido de manera mas elegante del Atleti.
Voy a intentar seguir sus consejos para poder sobrevivir a esta pretemporada, don Billie.
Poca memoria o memoria selectiva diría yo en le caso de Forlan, comparto la opinión de los patéticos besaescudos, pero un jugador portando el brazalete de capitán tras meter un gol no puede ni debe jamás volverse a su grada y a su publico y llamarles » HIJOS DE PUTA «, eso echa por tierra todo lo bueno que nos dio y nos hizo disfrutar, y mas cuando después de darnos la gloria en Hamburgo su rendimiento cayo en picado culpa de Flores o no.
Tiene vd toda la razón. Sólo le justifica el apasionamiento pero no se puede actuar así. Pero ya que estamos hablando mal, recuerde que jugando con el Vilarreal ya «hizo callar» a la grada del calderón con el índice sobre los labios.
No lo recordaba y es cierto, luces y sombras para un grandisimo delantero, años maginificos y años malisimos nos dio, cosa que otros muchos solo se les puede recordar por lo malo, porque no dieron nada bueno, me quedo con Hamburgo.