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Todos: afición, cuerpo técnico, la familia y el propio jugador queremos que los canteranos triunfen en el Atlético de Madrid. En un deporte de tanta implicación emocional los jugadores que visten la camiseta rojiblanca desde la niñez provocan en los seguidores un sentimiento especial. Un canterano garantiza entrega y amor a los colores, cuestiones éstas básicas en el fútbol, cada vez más extrañas, pero tan necesarias como siempre en un deporte movido por la pasión además de por el dinero.

Todos: afición, cuerpo técnico, la familia y el propio Óliver queremos que triunfe en el Atlético de Madrid. Las expectativas creadas en torno al joven futbolista siguen siendo enormes. Tras una temporada, la pasada, de transición entre el juvenil y el primer equipo se esperaba que ésta fuera la de la confirmación, no definitiva desde luego, pero sí la que empezara a aclarase la carrera futbolística de Torres.

No está siendo así. El concurso de Óliver está siendo absolutamente testimonial salvo en momentos muy concretos y esporádicos. Una situación que es preocupante. Como lo es verlo deambular en La Rosaleda: desubicado, desconectado, sin ninguna implicación en el juego. No estoy cargando la responsabilidad sobre él del mal partido que disputaron todos, en general. Digo que era una buena oportunidad para demostrar Simeone y a la afición que puede y quiere convertirse en el futuro próximo en uno de los jugadores referencia del Atleti. Sinceramente, me decepcionó su actuación.

De un futbolista joven espero atrevimiento con un punto de insolencia, esfuerzo, actitud, alegría, emotividad. Ninguna de esas cualidades vi en Torres en Málaga y tampoco en otros encuentros. A los mejores hay que exigirles el máximo de lo que pueden dar, que se supone es mucho.

Simeone basa una parte importante de su éxito en la competitividad interna entre sus jugadores y en la justicia de sus decisiones. Ayer Torres se quedó en Madrid después de ser titular en el último partido. Un mensaje claro para el futbolista. Por encima de aprecios personales, de deseos evidentes está el Atlético de Madrid. Simeone quiere que el Atleti vuelva a ganar el Campeonato de España, Copa del Rey, que mantenga hasta el mes de mayo las opciones de pelear el título de Liga y que se prolongue lo más posible el sueño de disputar una final de la Liga de Campeones. No es momento de titubeos, es momento de dar un paso al frente. El Atleti no puede esperar a nadie. Tampoco a Óliver Torres.

Foto de Óliver Torres: Club Atlético de Madrid.