Tenemos un plan. Llamémosle el plan D. No, no es que tres planes anteriores hayan fracasado. Es la carta que el equipo tiene para afrontar partidos contra equipos con mayores prestaciones que el nuestro y que se muestra más resistente al contragolpe que es nuestro estilo de juego predilecto. Es motivo de esperanza y orgullo ver cómo el equipo bajo la tutela de Simeone lejos de estancarse desarrolla y perfecciona armas y maneras para competir a todos los niveles ante todo tipo de equipos.
El equipo tiene carencias y limitaciones evidentemente. Sólo Arda Turan, Oliver y Koke (en otra posición que la actual) proporcionan armas de dominio y toque al equipo. Es un estilo de juego que el equipo explotará en determinadas ocasiones pero no es su fuerte. Es un sistema que sólo utiliza en tramos del encuentro para desatascar una dinámica negativa o para imponerse en juego de centro de campo. Al Atlético se le puede ver sobre todo jugando a la contra fuera de casa o aplicando mecanismos de presión y robo en la salida de balón buscando goles en jugadas veloces partiendo desde los extremos o laterales en partidos de casa. Ese dominio aplastante en casa lo vimos por ejemplo este domingo ante el Rayo.
También sabe jugar agazapado y esperando robar en campo propio como vimos el miércoles. No es para nada un intento de «cerocerismo» digno del catenaccio de Trapattoni. Este «plan D» enfrenta al teórico dominio rival armas igual de efectivas: defensa retrasada, distribución de la presión disciplina espartana en las ayudas y dinamismo con la pelota requiriendo transiciones rápidas. Las cuatro Ds que van más alla de colocar el autobús .Es un tipo de despliegue que hemos visto poco y en ocasiones no ha funcionado pero es cierto que en tres finales: Supercopa de Europa, Copa del Rey y la ida de la Supercopa de España el equipo tuvo un planteamiento similar:
- Repliegue defensivo muy pronunciado. Ceder el balón al rival y defenderse en una banda muy estrecha de juego a modo de trinchera. No es encerrarse sino que es un modo de atraer al equipo a una zona alejada de su portería.
- Bloqueo de las líneas de creación para impedir pases en largo desde los centrocampistas más talentosos
- Presión sobre las bandas para forzar robos en las transiciones desde la defensa al ataque
- Mejor forma física que el rival. En pretemporada es más sencillo hacer un plan específico como ocurrió este verano y el pasado pero incluso en abril-mayo pasado el profe Ortega diseño un plan para ganar la batalla física en la final del Bernabeu
- Salida en contragolpe para aprovechar huecos llevando el balón a banda y buscando remates en carrera. Tanto los laterales (Filipe y Juanfran) como los volantes (Arda y Koke) como incluso los delanteros (sobre todo Diego Costa)
- Dar papel preponderante a las jugadas a balón parado dónde Koke crece día a día como asistente imprescindible
- Los centrales se incorporan en jugadas a balón parado dónde tanto Miranda como Godín tienen un rol importante en el juego ofensivo aereo
Eso se ve claramente viendo como afrontó Simeone las tres finales contra equipos con los que partía en desventaja. Dejemos a un lado la final de Bucarest dónde el Atleti llegaba como favorito y lo plasmó en el terreno de juego desarbolando a un rival con menos argumentos futbolísticos como el Athletic de Bilbao. Hemos vivido dos finales y media (queda la vuelta de la tercera) dónde el Atlético era el aspirante al que muchos daban por comparsa contra rivales del máximo nivel: Chelsea, Real Madrid y Barcelona. Afortunadamente hemos visto las mismas caras de perplejidad en los tres rivales. Equipos que se creían infinitamente superiores, capaces de jugar con los rojiblancos como un muñeco roto se han visto anulados o seriamente comprometidos durante el encuentro.
Vimos en el último partido frente al Barcelona como con un despliegue físico mucho más generoso que su rival unido a una disciplina táctica férrrea al defender unida a mayor velocidad y profundidad al atacar ahogó al Barça, que llegaba algo acomodado por estadísticas recientes, le desplazó del foco y le tuvo contra las cuerdas. ¿Tendrán antídoto para este plan D en la vuelta o lo fiarán todo a regar mucho el campo y esperar que se canse el rival?
Bien es cierto que con este resultado las espadas ahora están en todo lo alto pero hemos visto el camino de como superar a equipos con mayor poderío futbolístico que nosotros. Esperemos que ese extra de motivación, caracter y determinación que Simeone imprime al grupo haga el resto del trabajo. Contamos a priori con menos gol que la temporada pasada. No creo que mucho menos pero si algo menos de efectividad. Sin embargo hemos mejorado en profundidad de banquillo, algunos jugadores van pasando de importantes a imprescindibles (caso de Koke, Diego Costa o Miranda) y probablemente lo más impotante, contamos con el respeto total del rival. Contra nosotros nadie prevé ya un partido sencillo o ganado de antemano. Toca luchar cada centimetro y así volverá a ser el miércoles. El sello Simeone.
Reflexionaba el otro día que en otros deportes el juego defensivo es muy apreciado por los seguidores y parte imprescindible del «playbook» de los equipos campeones. Baloncesto, Balonmano o fútbol americano son deportes donde cuando un equipo defiende, el campo ruge y se ven carteles de aficionados con una D y una verja (D-fence que suena como defensa en inglés) ¿nos hemos vuelto locos los aficionados rojiblancos por abrazar tácticas defensivas en los tiempos dorados del «tiki-taka» patrio? Echando un vistazo a las vitrinas y recordando la cantidad de veces que he visitado Neptuno recientemente sólo puedo decir:¡D-Fence!