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Diez horribles años contemplan la más reciente historia de nuestro glorioso Atlético de Madrid. Después de varios intentos, este año se ha conformado una plantilla que, aún sin ser la mejor posible, se aproxima a la que siempre debe tener un club de la categoría del nuestro. De hecho, se está demostrando que con buenos jugadores + hacer las cosas con sentido común + entrega= buenos resultados.En esta temporada existen todos los elementos necesarios para poder invertir la tendencia de la trayectoria de nuestro club. Como los resultados han sido tan malos, parece que nos daba reparo decir que éramos del Atleti. El Atleti es un grande de España y de Europa. ¡Es un orgullo ser del Atleti! Y todos, sobre todo los más aficionados más jóvenes tienen que saberlo.

El de mañana es un gran partido, uno de esos que marca lo que puede dar de sí, ésta y las siguientes temporadas. Si ganamos a los blancos, entonces todo el planeta del fútbol empezará a mirarnos con respeto y admiración. Optaremos a ganar la Liga y pondremos fin a la mala racha de resultados contra los madridistas de los últimos años en nuestro campo.

Y para poder derrotar a los vikingos, tenemos al Kun. Un niño todavía. Pero un futbolista de los que no quedan. Se pasa por el forro de los caprichos el tremendismo, la presión, la resignación a perder, lo del pupas y lo del: papá ¿por qué somos del Atleti? Está por encima de todos estos desastrosos tópicos, que tanto mal nos han hecho. Sale al campo a hacer lo que más le gusta, con desparpajo. Cree en el Atleti y nos hace creer a los demás. Es el mejor, el más grande, el jugador que puede marcar una época en la historia rojiblanca y someter a los demás equipos españoles y europeos al dominio rojiblanco. No exagero. A nada que se hagan los próximos fichajes con cierto tino podemos convertirnos en un equipo invencible. ¿Por qué no?

Los que tendremos el privilegio de asistir mañana al partido animaremos hasta la extenuación a nuestros jugadores y gritaremos: Atleeeeeeeeti, Atleeeeeeeeti, con orgullo y con pasión. Necesitamos la victoria y la obtendremos.