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He de reconocer que la marcha de Arda Turan al FC Barcelona no me causó tanto desasosiego como provocó a muchos atléticos, a tenor de lo que pudo leerse en twitter. Si acaso, rabia, por ver cómo un futbolista que se había considerado atlético se muestra tan feliz de recalar en un rival directo de su querido Atleti. No obstante, siendo realista, cuando un futbolista muestra tanta alegría en irse del Atlético de Madrd no merece lamentar la pérdida ni por un momento.

No tengo duda de que el Atleti ha perdido un futbolista diferente y a un icono. De la misma forma que tampoco la tengo en que si alguien quiere irse con tanta convicción y entusiasmo, es imposible, o casi, hacerle cambiar de opinión.

Sí que censuro que haya sido traspasado a un rival directo como el Barcelona. Y censuro, las palabras de Enrique Cerezo. El presidente aún no se ha enterado de que el Atleti le ganó la Liga 2013/2014 al Barça en el Camp Nou, ni tampoco que le eliminó en la Liga de Campeones. El Atleti se ha ganado el respecto de todos los rivales, dentro y fuera de España, en el césped. Falta que los que rigen el club terminen por creérselo.

Entendí menos la salida de Filipe Luis el curso pasado. Un futbolista menos mediático e icónico que el turco, pero sin duda para mí, más constante en su rendimiento. Dejaba un club en el que era absolutamente indiscutible, por otro dirigido por un entrenador tan ganador como caprichoso. A Filipe le ha salido la mal la jugada y va a volver, si nada se tuerce a última hora. Para ello, perderá dinero y tendrá que tragarse su orgullo. Son los primeros pasos para volver a casa.

Filipe Luis llega para ofrecer soluciones en ataque y fortalecer defensivamente la banda izquierda. Y llega, también, como un mensaje para sus compañeros: El Atleti es un gran club en el que desarrollar una carrera deportiva.

Él ha tenido que irse para darse cuenta. A otros no les ha hecho falta. Hay jugadores que desean marcharse del Atlético, pero hay otros que han dado buena muestra de querer quedarse: Koke, Godín, Raúl García y Juanfran son buenos ejemplos de ello. Hay lugar para la esperanza, para que el club termine asentándose definitivamente entre los grandes clubes del continente. Para eso es necesario estabilidad deportiva, no sólo en cuanto a la dirección técnica, que está asegurada con Simeone, sino también en lo que se refiere a los artistas.

Estoy convencido de que el aficionado atlético acogerá con generosidad a Filipe Luis. Pero también le pido a ese aficionado atlético que no se olvide de que a otros no les ha hecho falta irse para darse cuenta de lo grande que es el Atlético de Madrid, pese a que su presidente siga faltando el respeto a la historia y al presente de nuestro querido club.

Foto de Arda Turan y Filipe Luis: clubatleticodemadrid.com