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La clasificación al inicio de la jornada 35 de la temporada 2006/2007 era la siguiente: 1º Real Madrid y 2º Barcelona, empatados a 66 puntos. El Atleti contaba con 54 y estaba situado en la sexta plaza, 8 puntos por debajo del Valencia, que tenía el cuarto puesto, el último de la Liga de Campeones. Los blancos viajaban a Huelva y los azulgranas jugaban en el Vicente Calderón. Era el 20 de mayo de 2007.

Desde días atrás flotaba en el ambiente que una derrota del Atleti contra el Barcelona no era tan mala porque podría truncar las aspiraciones ligueras del Real Madrid. Prácticamente se pensaba que había que dejarse perder. Se vivía para odiar al Real Madrid porque el Atleti no daba para más. En vez de volcar la frustración contra Gil Marín y Cerezo y hacia la mayoría de la plantilla, la afición prefería hacerlo contra el eterno rival, no en un trato de tú a tú como había correspondido a la tradición histórica, sino con un odio dañino que se volvía en contra del club y de los propios seguidores. El Atleti estaba atrapado en su propio laberinto.

El partido terminó con un resultado de 0-6, -la ficha del partido en infoatleti- uno de los pasajes más lamentables de la historia del Atlético de Madrid. Cornudos y apaleados porque esa Liga la ganó el Real Madrid.

La afición abandonó el Vicente Calderón desde mucho antes del final de partido convertida en víctima de una trampa que había construido ella misma. Era la época del comepipismo, entendido éste como la actitud pasota, complaciente y conformista de un importante sector de aficionados que vivía ignorante de lo que había sido siempre el Atleti.

Petón cuenta en este vídeo que ese día Fernando Torres decidió marcharse.

Por eso, creo que la victoria del pasado miércoles contra el Barcelona -leer 55.000 corazones rojiblancos, en forzaatleti-, además de servir para llegar a las semifinales de la Copa de Europa después de 40 años, ha supuesto el fin del comepipismo. Tan importante lo uno como lo otro. Solo desde la exigencia y el compromiso con la historia del club esta época que estamos viviendo podrá prolongarse en el tiempo. De lo contrario, será un buen año, dos o tres. Si no queremos ser como tantos otros clubes que tuvieron una gran temporada y que luego cayeron en el olvido nunca más debe repetirse lo de aquel partido.

Aspiramos a que en el Atleti jueguen los mejores jugadores, que Gil y Cerezo no esgriman el recurrente argumento de los jugadores juegan donde quieren –leer artículo relacionado en forzaatleti- y ese club donde quieren jugar no sea en nuestro equipo. No queremos volver a escuchar cada verano que el Atlético de Madrid es un club obligado a vender para sobrevivir. Ambicionamos ser un equipo temido al que nadie se quiera enfrentar.

Ya no se deseará más la derrota propia para provocar la frustración ajena. Ya no volveremos más a ver hacer el ridículo a nuestro Atleti. Ya no tendremos que abandonar antes de tiempo el estadio cabizbajos y abochornados.

RIP comepipismo para siempre.