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En estos últimos día se han conocido las cifras que el Atleti está percibiendo por llegar donde ha llegado en Champions. Hablan de varias decenas de millones de euros, y el doble si es capaz de llegar a la final y la gana.

Así, sin aferrarme a ningún dato preciso, pero sí a un discurso muy manido, me ha venido a la cabeza una reflexión preventiva. Estoy hablando del famoso «los jugadores juegan donde quieren», que parece solo valer para cuando los vendemos a otros equipos.

Estos últimos años, Cerezo se ha hartado de decir hasta la saciedad que no hay dinero, que el fútbol es deficitario, que los jugadores juegan donde quieren y que si no, vendrá uno igual o mejor. Y tan pancho se quedaba el hombre, que de tanto repetir la misma cantinela era capaz de convencer a una gran parte de la afición.

Hoy, te pido como atlético, que mires donde estamos: en la previa de un partido que podría dejarnos líderes, las horas antes de conocer a nuestro rival en la máxima competición europea. Y ahora, te reclamo para que despiertes del sueño y te preguntes cómo te sientes.

Si has recuperado tu orgullo, y ahora das gracias a tu padre por hacerte del Atleti o si sientes que necesitas ganar un título en vez de conformarte con ganar al Sevilla, es que que has recuperado el sentimiento de ser un aficionado de un equipo grande.

Así pues, con tu grandeza bajo el brazo, apelo a tu reflexión, y que preventivamente te adelantes a lo que va a venir, para no permitirlo. Porque si los jugadores juegan donde quieren, tal vez quieran hacerlo en nuestro equipo, ya sea uno de los mejores delanteros del momento o el futuro mejor portero del mundo.

¿Por qué no? No pueden quedarse con la excusas y el dinero. Depende de tu exigencia que se desprendan de una u otra, o de las dos.

¿Los jugadores juegan donde quieren? y ¿por qué no van a querer jugar en un club que está generando muchos ingresos y que pelea al máximo nivel las competiciones de los más grandes?

Este año, Cerezo, queremos que los jugadores jueguen donde les quieren.