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El partido y la Liga que debió ganar el Atleti

Un glorioso 4-3 remontando un partido que perdía 0-2 al descanso, una final de Copa 0-1 que valía un título, un doblete y un busto de Pantic por el resto de los restos o tantos otros resultados. Cada uno tenemos en nuestro ideario una colección de encuentros gloriosos que guardamos como oro en paño en la memoria. Espero que mañana tenga otro recuerdo imborrable en la memoria que añadir a mi colección. Pero yo a unas horas de que ruede la bola en el fortín en el que ha convertido el Vicente Calderón y de pelear por un liderato y quien sabe si por una Liga quiero hablarles de otro Atlético. De uno de hace más de 20 años

Otro equipo de hombres y nombres que también supo estar a la altura y que también supo mandar en Madrid y rozó hacerlo en España, quiero hablarles de un Atlético grande que tuvo la Liga en la mano y la mala suerte (y la rodilla de Abel) probablemente impidieron ambas cosas. De no acabar 2-2 este fatídico partido en la jornada 26 de aquella Liga 1991-1992 el Atlético hubiese llegado 9 jornadas después al Santiago Bernabeu sin necesitar ganar (estaba empatado a puntos con el Barcelona antes del derbi y aventajaba al Real Madrid en un punto). En esa Liga de 2 puntos, 2 momentos, 2 faltas de acierto dieron al traste con la novena Liga del Atlético de Madrid que tuvo que esperar 4 años para alzarla (muchos pensamos en 1992 que jamás veríamos al Atleti ganar una Liga). Algunos jugadores se la perderían inexorablemente y fue su último tren de vivir en primera persona la gloria de ganar una Liga con el Atlético: Futre, Carlos Aguilera, Manolo, Schuster, Abel, Donato, Alfredo, Pedro o Sabas y sobre todo el capitán del barco Luis Aragonés que tanto brío había dado al club no podría poner un broche de oro a su penúltima etapa como entrenador rojiblanco ganando el campeonato como sin duda mereció.

Del encuentro que decir, la figura de Manolo no sólo resiste la revisión de la historia sino que refuerza su imagen de goleador histórico del club marcando los dos tantos, pudiendo marcar varios más y llevando el equipo a hombros. El Barcelona en construcción y camino de convertirse en el «Dream Team» vivió, como no, la expulsión de Stoichkov por entrar en la lucha por un canterano que hacía sus primeros pinitos, Lopez. Cuándo todo parecía pintiparado para lograr la victoria, una trágica acción del portero-récord, Abel Resino, dio al traste con todas nuestras ilusiones y sacaron un empate que a final de Liga sería desastroso y definitivo. al final de aquella temporada la cabeza terminó así:

Equipo

(Puntos)

1

Barcelona

55

2

Real Madrid

54

3

Atlético

53

 

 

La temporada sin embargo no se recordaría con amargura porque ese año viviríamos la histórica victoria en Copa del Rey 2-0 frente al Real Madrid en el Santiago Bernabeu (¿les suena?) Luis nos hacía campeones por segunda temporada consecutiva (la anterior fue la del record Guiness de Abel) y borraba todos los sinsabores de haber perdido una Liga siendo mejor que el primero y que el segundo. Además esa segunda Copa del Rey tuvo el fantástico discurso de Luis Aragonés que ha sido nuestro ideario y nuestro dogma durante los oscuros años que siguieron y hasta salvarnos Cholo.

El rival a batir, el FC Barcelona de Cruyff, el ¿todopoderoso? dream team, había ganado la primera Liga  pero aún no era esa máquina de perfecto fútbol holandés en que se convirtió. El Barcelona tenía 11 Ligas, el Atleti tres menos, 8. Ni el Barcelona ni el Atlético de Madrid habían ganado la Copa de Europa (el Barcelona la ganaría ese año). Hoy en día 22 años después el Barça tiene 22 Ligas y 4 Champions League (el Atleti 9 y ninguna).

¿Y si el Atleti hubiese cortado esa racha de Ligas con un doblete? ¿Y si no hubiesen tenido paciencia para aguantar a Cruyff en el cargo o el Barcelona hubiese perdido la hegemonía en Liga que a partir de entonces tuvo? ¿Y si…? ¿Y si mañana además de ganar cambiamos el devenir de los siguientes 20 años?

Ese era mi Atleti cuando yo tenía 16 años. Uno que mereció ganarlo todo. Uno del que me siento orgulloso. El de mi primera camiseta de Puma con el 10 a la espalda. Uno que salía cada domingo a ganar y ganar y ganar y ganar.

Del Atleti. Sin cláusula de rescisión. Fundador de #losTorristas. Madrileño de SF, California (los madrileños nacemos donde nos da la gana). Podcaster y cofundador de Esto es Atleti y This is Atleti

Comentarios (6)

  1. Enhorabuena! Excelente relato. Mañana a cambiar el curso de la historia!!!

  2. Estoy de acuerdo, Ricardo, el de hoy es un partido muy importante, de esos que pueden marcar y cambiar tendencias para los próximos años.

    No vamos a juzgar al Atlético por el resultado de este partido, lo conseguido por Simeone y sus futbolistas, es realmente prodigioso. Ahora bien, tampoco hay que mirar al Barcelona con ningún tipo de complejo. Ellos son tan buenos como nosotros, ahí está la clasificación de los primeros dieciocho partidos del campeonato.

    Me ha encantado recordar aquél partido. Tres cosas sobre él: ¡ay, Abel!, don Manuel Sánchez Delgado, ese Schuster era la definición perfecta de un centrocampista.

    Felicidades por el pedazo de artículo que nos pone a tope para El Partido de esta noche.

    Abrazos.

  3. Muy buen articulo Ricardo, me has hecho recordar una muy buena época personal y deportiva, una final de copa que viví con mi padre y que, según me dijo años mas tarde, fue uno de los momentos mas felices de su vida. Gracias por traerme tan buenos recuerdos, hoy a ganar.

  4. ¡Muchas gracias! Como bien dices Julio a mi me parece un partido en el que hay mucho que ganar. El fútbol además de anímico es cíclico y a mi los guerreros de Cholo me parecen mas preparados que nunca para el asalto.

  5. Vaya artículo!! Recuerdo esa temporada, perdimos la liga en el Bernabéu después de ir ganando 1-2, nos remontaron en los últimos minutos. Una pena todavía tengo ese partido grabado, es lo que pudo ser y no fue.

    • Juan y Begoñe por mensajes como los vuestros siempre merecerá la pena seguir escribiendo. Hay que conservar la memoria colectiva entre todos. Y Forza Atleti me permite aportar un pequeño granito de arena.