Adrián López llegó al Atlético de Madrid en el verano de 2011. Muy pocos confiaban en que el delantero tuviera la categoría suficiente para formar parte de la delantera colchonera. Sin embargo, con el transcurrir de la temporada fue ganando adeptos hasta convertirse en uno de los jugadores más respetados y queridos por la afición.
Su participación goleadora en la Liga fue escasa, 7 goles, en 36 partidos. Mas, su valor en esta competición fue más allá de los tantos que anotó porque se convirtió en el acompañante perfecto de Falcao. Mientras el colombiano era pura dinamita para el marco contrario Adrián buscaba mucho más la asociación con los centrocampistas y con el delantero centro. El Atlético había encontrado un dúo atacante eficaz y complementario.
Donde realmente destacó el asturiano fue en la Europa League 2011/2012. Lo que queda para el común de los seguidores es el partido de la final de Bucarest, pero para llegar hasta ahí había que superar a muchos rivales y jugar muchos encuentros. Adrián jugó todos los partidos de aquella competición, desde la primera eliminatoria contra el Stromsgodset hasta la final. Anotó 11 goles en todas las eliminatorias y fue titular en 17 de los 19 partidos. Además, repartió hasta 6 pases de gol.
El positivo impacto que tuvo en la temporada fue reconocido por otros equipos que quisieron ficharlo y por el seleccionador que llegó a convocarlo para los partidos de preparación para la Eurocopa, aunque después no estuvo en la lista definitiva.
Adrián formó parte del equipo olímpico de Londres donde España cosechó el más sonoro fracaso de una selección de fútbol en los últimos años.
La temporada pasada empezó torcida para el delantero asturiano. Podrían alegarse motivos varios: una preparación física inadecuada debido a su participación en los Juegos Olímpicos, falta de concentración por no haberse concretado su fichaje por el Barcelona, decepción porque el Atlético no mejoró su ficha …
Sea como fuere, la realidad es que Adrián decepcionó por su rendimiento. Ni sombra del que fue. Sólo se le pueden recordar algunos detalles, como el decisivo gol que marcó al Celta en el Vicente Calderón.
Algunos seguidores atléticos me han dicho que le han perdido la fe. Quien siempre ha confiado y sigue confiando en él es Simeone. Lo ve como un jugador diferente, de los pocos que tiene en la plantilla con visión de juego, con capacidad de asociación. Simeone le sigue esperando, a pesar de las decepcionantes actuaciones del año pasado.
Este año ha empezado la pretemporada con el resto del grupo, ya no tiene en la cabeza posibles traspasos millonarios: es seguro que estará más centrado en el Atlético de Madrid. Tendrá más oportunidades que el años pasado y está en sus pies y en su cabeza volver a ser el mismo jugador que nos sorprendió gratamente la primera temporada. Así sea.
Yo me quedo con la opción de la falta de preparación. Creo que la falta de pretemporada junto con la falta de confianza truncó la temporada del asturiano. Supongo que ha de ser duro perder la titularidad y, posteriormente, cada partido se convirtió en una nueva prueba de fuego y Adrián no pudo con la presión. Se le notó la falta de frescura y de desparpajo de la primera temporada, pasó a ser un jugador sin chispa ni determinación. Sin duda este será su año para bien o para mal. Otra mala temporada le convertirá en candidato a abandonar el equipo y le cerrará puertas. Por otra parte, no lo va a tener fácil ya que la llegada de Baptistao supondrá más competencia. Todo dependerá de cuál sea su rol y cómo se adapta a lo que venga y cómo aprovecha sus oportunidades.
Lo ha explicado muy bien, don Billie. El caso de Adrián fue la pescadilla que se muerde la cola. Lo mejor para él será olvidarse de la pasada y empezar de cero.
Un saludo.
Buen análisis Julio. Adrián se ganó como has detallado un enorme crédito por su gran temporada hace dos años. Ahora bien, el borrón de la anterior es importante y se me antoja fundamental que empiece a tope para que anule cualquier conato de runrun sobre todo en los primeros partidos de casa.
Estoy de acuerdo, empezar bien es fundamental para él. Sería como un jugador nuevo para Simeone, pues el año pasado no aportó casi nada.
Yo soy de los que piensa que ya nunca volverá a ser el mismo. Y más con la competividad que tiene este año. Ojalá me equivoque. Lo que si espero es que Costa de ese salto definitivo a Crack que Adrian debió dar el año pasado.
Yo aún tengo esperanza. Quizás la realidad de Adrián es que no es tan bueno como el demostró el primer año, pero también es seguro que no puede ser tan mediocre como el año pasado.
Un saludo.