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No busco en el torneo de la Copa del Rey fútbol brillante. No en las primeras eliminatorias. Sí busco emoción y no la encuentro. Por mor de la dictadura mediática e institucional de los dos equipos de siempre, el torneo más bonito del año queda mutilado en sus primeras rondas porque no quieren sufrir la humillación de ser eliminados por el CD Toledo o por la Gramanet. Como el orgullo no les da para ello, someten al resto de clubes españoles a sus designios e intereses.

La Copa o Campeonato de España es el torneo que iguala a todos los contendientes. No hay status, ni divisiones. Competición en estado puro y sería mucho más agradable emocionante si las eliminatorias se disputasen a un solo encuentro. Se roba espectáculo a los aficionados para satisfacer los intereses económicos de unos particulares. Y encima el sorteo está teledirigido para mayor gloria de los poderosos. Reclamar que se cambie el sistema actual de la competición es una batalla perdida, lo sé, pero no me voy a quedar con las ganas de volverlo a decir una vez más.

Simeone declaró en los días previos al encuentro de  hoy que el Atlético de Madrid le daría a la Copa el respeto que se merece. Unas sencillas palabras que recogen perfectamente lo que la parroquia colchonera siente por este torneo: un gran respeto y una gran ilusión porque su equipo llegue a la final.

El Cholo cumplió su palabra. Su once inicial tenía la mitad de titulares y la mitad de suplentes. En la portería, Courtois, la defensa fue la que está jugando habitualmente en Europa, pero desde el centro del campo hacia la delantera eran jugadores que han sido titulares en la Liga.

A pesar de esta alineación, el Atlético no comenzó dominando el juego. Desde el principio, el Real Jaen no le permitió que los volantes rojiblancos pudieran hilvanar jugadas de ataque. Diego Costa, incansable durante todo el partido, se peleaba en soledad absoluta con los defensas jienenses.

El partido estaba realmente equilibrado hasta que un centro desde la derecha de Sílvio al centro del área es rematado por Diego Costa. Un defensa se tira al suelo para obstaculizar el remate y el balón le pega en las manos cometiendo un claro penalti. El señor colegiado lo señala y además expulsa a Daniel Torres en una decisión que puede atenerse al reglamento, pero que no se atiene a la justicia.

La expulsión y el gol de penalti de Diego Costa cambiaron la decoración del partido. Donde había un encuentro disputado hubo, a partir de entonces, un dominio claro por parte colchonera. El Atlético se acercó mucho más a puerta con un juego más trenzado por obra y gracia de Koke principalmente. El canterano gana mucho y, el equipo también, cuando juega por el centro.

El Real Jaen salió del vestuario con renovadas fuerzas y echó el resto en intentar igualar la contienda. Durante un cuarto de hora estuvo rondando con insistencia el área de Courtois mientras el Atleti se limitaba a defender. El recambio de Adrián fue fundamental para cambiar el rumbo que había tomado la segunda parte. Nada más salir lanzó un rápido contraataque entrando hasta el área y cruzando el balón ante la salida de Toni García. Un gran gol que esperemos sirva para que el asturiano recobre la confianza perdida.

Sólo le quedaba al encuentro el aliciente de ver a más futbolistas de la cantera. Simeone puso en liza a los jugadores más esperados: Saúl y Óliver. Ambos demostraron que detrás del primer equipo vienen algunos futbolistas interesantes que bien tratados pueden llegar y consolidarse en el primer equipo. Óliver estuvo especialmente activo hasta el punto de que pudo marcar un gol de cabeza al poco de incorporarse al juego. Además de esta ocasión aportó pases en profundidad, apoyos a los compañeros y una presencia permanente en las cercanías del área.

El tanteador lo remató Raúl García que nos regaló un poderoso y precioso cabezazo cruzado en un preciso pase, por fin de Sílvio.

El Atlético deja la eliminatoria muy decantada a su favor. No fue tan fácil, a mi juicio como indican los tres goles de ventaja. El Real Jaen se comportó con mucho ímpetu e ilusión y unas buenas dosis de fútbol. Vivimos un encuentro entretenido, aunque no apasionante. En cualquier caso que no nos quiten la ilusión ¡Viva la Copa del Rey!

Foto: Club Atlético de Madrid.