Ni en los mejores momentos, ni cuando un futbolista acaba de anotar un monumental gol, al alcance de 4 o 5 futbolistas en todo el mundo, Enrique Cerezo es capaz de callarse. Ante la pregunta de Mónica Marchante sobre si le subirían la cláusula de rescisión a Adrián en el descanso del partido del jueves, Cerezo respondió: «todos tenemos una cláusula, incluido yo». Podría haber sido más elegante, o podría haber salido por la tangente, pero a Cerezo le puede lo de contar billetes.
La ilusión nos duró ocho minutos los que transcurrieron entre el gol de Adrián y la entrevista en Canal+. Cerezo cercenó de raíz cualquier posibilidad de que el asturiano continúe por muchos años vestido de rojiblanco. Quizás puede haber quien encuentre en las palabras del presidente algún resquicio de esperanza, pero Cerezo lo dijo claramente. Solo hace falta ser buen entendedor.
Como ya hicieron con Fernando Torres, como ya anunciaron que harían con Kun Agüero, como harán con Adrián cuando corresponda. Gil y Cerezo lo han demostrado en numerosas ocasiones: Adrián saldrá del Atleti cuando haya una oferta económica que colme sus aspiraciones de ganar dinero.
Hoy publica Picu Díaz en As que el Atleti le quiere subir la cláusula a Adrián -18 millones de euros en la actualidad- como ya hicieron con Torres y como luego harían con el Kun, para luego bajársela y facilitar su venta. Una misma estrategia, un mismo objetivo: vender jugadores por los que sacan una jugosa cantidad económica. No necesitan cambiar las artimañas, siempre les funciona.
Primero son ellos, luego ellos y si queda algo, entonces, solo entonces será para el club. Gil y Cerezo volverán a hacer un negocio redondo para ellos y cuadrado para el Atlético.
Mientras Gil y Cerezo comanden los destinos del Atlético de Madrid, no hay esperanza posible en que volvamos a ser un club grande como antaño. Tan real como descorazonador.
así lo harán siempre. Ellos saben que el 99% seguirá callando y acudiendo al campo. Mientras la gente no haga nada, todo seguirá igual. Falta mucha coherencia entre lo que se piensa y lo que se hace. No hay solución, el Atleti Gilista seguirá mientras quiera la afición.