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En los tiempos en los que el reparto de dorsales a los jugadores titulares iba del 1 al 11, era el número 10 el que correspondía habitualmente al jugador con más calidad. A veces era para ese ídolo que levantaba la grada y al que pequeños y grandes querían parecerse. El otro día contra el Granada, vi en el Calderón que la grada se levantaba para aplaudir al 7 y no es la primera vez.

Reconozco que en el Atleti yo siempre fui del 7. El 7 de Marcos Alonso. El 7 de Manolo. Del 7 de Movilla. El 7 lo paseó por Europa Diego Forlán. El 7 del Atleti es hoy Adrián López Álvarez.

Recordábamos en Infoatleti que Adrián ya ha pasado a la historia rojiblanca anotando ocho goles en la actual edición de la Europa League. Ha empatado con el mítico Vavá como el jugador colchonero que ha conseguido más goles en un torneo europeo y en una sola temporada en el Atlético de Madrid. Una estadística en la que han quedado por detrás jugadores como Hasselbaink y Forlán con siete goles, o Agüero, Luis Aragonés, Mendonça y Peiró con seis tantos.

Apenas acaba de llegar pero Adrián se reivindica ya como digno heredero de un 7 rojiblanco pero además el asturiano se ha empeñado en ganarse a los degustadores de todo tipo de buen fútbol.  A quienes aprecian un taconazo, un desmarque ganador, un remate oportunista y también a los que admiran el arte de la pausa en los metros finales. Especialistas en unas distancias en las que la mayoría de los jugadores ven como se apagan las luces y se acelera el corazón.  A los magos de la pausa, no. Y Adrián está como aprendiz en esa escuela de magia. A ellos no les tiembla el pulso, levantan la cabeza y miran a su rival, sacan de su chistera un regate inaudito, un arranque demoledor o ese pase a un hueco imposible que se convierte en asistencia de gol. Seis asistencias lleva el 7 en catorce partidos de Europa League.

Adrián seguirá aprendiendo. En ocasiones serán lecciones desagradecidas o tardes para olvidar como en Mallorca pero como alumno con talento buscará la excelencia y la matrícula de honor como en el Olímpico de Roma. Sin grandes declaraciones en los medios, hablando con el balón y en el terreno de juego. Forma parte de esa escuela de magia de futbolistas españoles con cara de no haber roto un plato, con el talento, el esfuerzo y la sencillez en su escudo. Con profesores como Iniesta, Xavi o Casillas, y compañeros de clase como Javi Martínez o Ander Herrera con quienes se encontrará el miércoles en el Calderón, en los Juegos Olímpicos de Londres y en el futuro inmediato del fútbol español.

El 7 del Atleti es un aprendiz de mago que llegó provocando divisón de opiniones y algunas dudas pero como si se tratase de un concursante del popular programa de televisión ha demostrado su talento a público y jueces impacientes. ¡Adrián, tú sí que vales!

Fotografía: Pollobarba