De Indios y Casablancas: contracrónica de la Supercopa que ganamos
6/09/2011 Jesús Salido Miscelánea, Opinión
Eran las siete de la tarde y la boca de metro de Vista Alegre no cejaba en su empeño de vomitar atléticos. Como el despliegue de un contingente a la conquista de nuevas tierras, los expedicionarios, – en este caso, indios de las llanuras de Pirámides- con su bufanda al cuello y escudo al pecho, tomaban posiciones estratégicas en los aledaños de la plaza.
Al rato se abrieron las puertas y cada uno tomó posiciones. Muchos, como mi compañero Chiqui Lavado, éramos novatos en estas lides y tuvimos que hacer un esfuerzo para no gritar ¡Mano! a las primeras de cambio. Después, uno se acostumbra, incluso a la entrega, coraje e intensidad, conceptos novísimos para el oriundo de otras riberas. Aquello, qué demonios, era el Dorado de la entrega y el pundonor. Y así les fué reconocido a los que se batían el cobre en el albero del que, ayer, fue más palacio que plaza de toros.
Muchos dirán que fuimos 12.000. Que batimos un record. Pero a mí no me engañan. En Vistalegre sonó una voz. Una sola que atronaba todo el recinto. Abajo, en el banquillo, Joseja, el gran Joseja Hombrados, hacía ímprobos esfuerzos para atornillarse a su asiento y no cantar y animar al ritmo de los suyos, que somos nosotros. Los jugadores pedían más,con brazos arriba y gritos de rabia, como imbuídos de un estado catártico propio del embrujo colectivo que se vivía en el recinto.
Y ganamos. Y ganamos bien. Comentábamos con José Valera lo raro que se nos hacía llegar a un sitio y sabernos favoritos. Entrar con el gesto enhiesto y la casaca de mariscales de un deporte en el que, antaño, la rojiblanca ondeaba alto y por derecho propio. Y uno se pregunta cómo, por la mitad del fichaje de un tal Elías, o un par de fichas de estrellas de esas que cobran su pensión en las ventanillas de la M-30, no compensa mantener una sección como la de la Balonmano, histórica y campeonísima, que dé fuste a un escudo en horas bajas.
Esperemos que no sea flor de un día. El “atletismo” necesita momentos de comunión con el triunfo. El triunfo sostenido. El de saberte mejor y punto. Si el balonmano es aquel primo que ha vuelto de un largo viaje un tanto cambiado y lo primero que hace al llegar a casa es airear el ambiente enrarecido, cargado de preguntas que se contestan solas e imágenes de cabezas gachas por Paseo de los Melancólicos, bienvenido sea. Muchos dirán que no, que éste no es el Atleti. Qué quieren que les diga. Para mí, es Atleti, que 12.000 gargantas entonen tu himno y tú no distingas la tuya.
Como diría Rick Blaine en “Casablanca”, en el fondo, soy un sentimental.
Grande, macho. Y una gran verdad que parece increíble que se piensen tanto invertir un par de millones en mantener una sección que sostiene el orgullo de ser atlético y da resultados como el que vimos ayer, en títulos y en afición. La respuesta fue increíble. A ver si mantiene aunque sea en parte.
Muy bien descrito todo, me encantó la entrega y como pedían el apoyo del publico sin pedir nada a cambio, fuimos esas monedas en su zurrón, me gusto mucho todo lo sucedido, me veran mucho más a menudo por esos sitios del cossió de Vista Alegre
Escrito desde el corazón. Como debe ser una crónica histórica de esas que luego puedes rememorar y decir yo estuve ahí…fue una lástima enorme para mi perderme el retorno, más pena perderme la re entré que no el triunfo, porque me huelo que este Atleti si nos va a hacer campeones y muy felices. Tendremos que cambiar la letra y en honor de Cecilio y Lorenzo cantar «Volveremos, volveremos, volveremos otra vez, volveremos a ser campeones como en el 92!»
Gracias Jesús por traernos este regalo de crónica.
Impresionante lo vivido en la tarde noche del domingo. Como explicar el poder pasar por encima a un equipazo como el Barcelona. No daban crédito los jugadores atleticos de lo que es esta gran afición y hasta donde podemos llegar.
Si los dirigentes tuviesen un poco más de visión esto lo deberían de haber realizado antes o nunca haberse desprendido de la Sección de Balonmano. Por suerte y las circunstancias se han dado para que volvieramos a ser lo que nunca tuvimos que haber de dejado de ser.
Un abrazo.
«Muchos dirán que no, que éste no es el Atleti. Qué quieren que les diga. Para mí, es Atleti, que 12.000 gargantas entonen tu himno y tú no distingas la tuya.»
Fabuloso. Alguien debería grabar eso en una placa y colocarla en el Calderón.
Enorme post, maestro 😉
Bravo, bravo, bravo por la crónica. Los pelos como escarpias, oiga.
La tarde del domingo recordé otros domingos, pero estos por la mañana, cuando veía a través de la tele los partidos de mi Atleti de balonmano en el Antonio Magariños. Aquello se terminó por mor de una mala gestión, porque como dice usted, con un fichaje menos en el fútbol se podría haber mantenido la histórica sección de balonmano que tanto brillo dio al escudo del oso y el madroño.
PD: Que sepa usted que escribe como los ángeles. Es un orgullo para mí que escriba para forzaatleti.
¡Un abrazo, maestro!
En el partido del domingo se jugaba la Supercopa y era contra el Barcelona. No es realista pretender llenos, ni entradas parecidas todas las jornadas. Lo importante es «ir tirando» de la gente y publicitando los partidos. Madrid es muy grande y tiene aficionados al balonmano, que no lo son de fútbol, y si lo son, no son del Atleti. Ellos son candidatos a sacarse una entrada, al igual que lo son los atléticos futboleros. Además hay que tener en cuenta el merchandising. Mi hijo es abonado del Atleti, nunca ojea las páginas del balonmano, no sabía de la existencia del BM Atletico y tras el partido del domingo (que lo vio repetido el lunes a las 16.00) tiene ganas de comprarse una camiseta (dice porque es más chula y es distinta). Le pregunté si quería que le sacara el abono y me dijo que no, pero que algún día iría con sus amigos a ver un partido. De eso se trata. O es que los niños que van al Calderón saben de fútbol una pasada?
Por cierto, estupendo artículo
Muchísimas gracias a todos por los comentarios, en serio. Si pensabais acercarme la cara a los colores rojiblancos, lo habéis conseguido. Colorado (a falta de rayas blancas) me hallo.
Aupa Atleti!