Llegó el momento. Todo atlético que se precie estará desde el comienzo de esta semana con un runrún en el estómago que no se quitará hasta el próximo jueves a las 11 de la noche. Noventa minutos (esperemos que no haya que llegar a los 120 o a la dramática tanda de penaltis) decidirán si, dos años después volvemos a vivir un sueño en esta ocasión en Bucarest.
Quién no ha dado una y otra vez vueltas a la cabeza estos días… «