Este partido era uno más veraniego: insípido con nada en juego, menos expectación y visto los precedentes (Celta y Segoviana) poco juego. Pero miren ustedes por dónde los pocos que fuimos al Calderón anoche nos llevamos una sorpresa. O más bien tres: ver a Raúl García de delantero, ver debutar a un ejército de canteranos haciéndolo muy bien y cerrar la noche diciendo adios a Salvio.