Primero una barbacoa, luego dos reuniones: una sin y otra con entrenador, Manzano concentra a toda la plantilla. Medidas típicas que se repiten una y otra vez cuando un equipo está en crisis. Originalidades las justas. Mínima imaginación. Soluciones futbolísticas nulas. Este es el Atleti de Manzano y de quienes le contrataron. Gregorio empezó a perder credibilidad para sus jugadores cuando dijo en rueda de prensa que al Barcelona solo se le podía ganar si éste jugaba con juveniles.