No defraudó el último Athletic – Atlético de Madrid de la historia que se ha disputado en San Mamés. Ambos conjuntos ofrecieron un partido intenso, muy entretenido para el espectador neutral, aunque sufrido para los colchoneros, tosco y duro en numerosas ocasiones, cargado de emociones. No es frecuente ver un partido de esta naturaleza en la Liga. Y es una pena. El fútbol ha perdido ese punto de virilidad que siempre ha tenido. No confundo la violencia con la hombría. Sí que digo que al fútbol se juega con pantalón corto y con espinilleras, no con pantalones de pinzas y chaleco.