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El siempre didáctico entrenador getafense Luis García, reconocido atlético, nos aclaró en dos pinceladas las diferencias que ve entre el Atlético de Manzano y el de Simeone: «Cholo ha sabido dar este nuevo aire al equipo, en mi opinión particular de manera muy acertada y muy con lo que es el Atlético de Madrid de siempre de esperar al rival y salir al contraataque y hacerlo muy bien.»

Sí, contento por la interpretación del partido. Contento con el compromiso que tuvieron con la idea de cómo había que jugar este encuentro y creo que fue un partido igualado en la primera parte donde el Getafe sabíamos que podía salir por las bandas con velocidad y ser peligroso a balón parado como así fue sobre todo en desajustes nuestros. Incluso en saques de esquina nuestros ellos nos cogían mal situados sobre todo con Gavilán por el sector izquierdo.

El Atlético sigue su caída libre particular tras empatar ayer en el Coliseo Alfonso Pérez contra el Getafe. No se mereció ganar, tampoco el Getafe. El partido fue aburrido, sin intensidad y lleno de imprecisiones, uno de esos partidos en los que te arrepientes de haber pagado por verlo, ya sea en televisión o en el propio estadio. Esas dos horas de tu vida las podrías haber aprovechado para hacer algo más interesante como, por ejemplo, leer un libro sobre el ciclo reproductivo de las amebas. Por decir algo.

Escribir sobre un partido de fútbol donde no ha habido fútbol se hace extremadamente complicado. Cómo contar una jugada donde no ha habido jugadas, disparos a puerta donde ningún equipo lanzó a portería. Tensión y emoción donde no ha habido nada más que parones en el juego, faltas, enrededos, balones divididos y todo aquello que se les ocurra y que está en lo patrones del antifútbol. En definitiva, no hubo partido fútbol que merezca ese nombre.

Un viejo dicho español dice que de donde no hay, no se puede sacar. Otro, que viene a expresar más o menos lo mismo, dice que donde no hay mata, no hay patata. Es sabio el refranero español o los dichos populares pues concentran en unas pocas palabras mucha sabiduría.

Está muy de moda en el lenguaje coloquial y mucho más en el publicitario emplear superlativos del tipo cuponazo, libretón. El lenguaje del fútbol no se libra de esta forma de hablar. Así es frecuente escuchar que tal o cual portero ha hecho un paradón o que fulanito ha lesionado a un contrario haciéndole un entradón.

La gastronomía española es rica en variedad y calidad. No hay más que ver a los extranjeros cuando vienen a España cómo se comen esas paellas valencianas, ese gazpacho andaluz o esa fabada asturiana. La confirmación de esto que digo la tenemos los españoles cuando salimos al extranjero, ¡cuánto echamos de menos la tortilla de patata, por ejemplo!