El día que se sortearon los grupos de la Europa League, muchos miraban con recelo a Rennes y Udinese y veían como la clara cenicienta del grupo al FC Sion. Más tarde, la UEFA decidió que fuera el Celtic de Glasgow y no los suizos los que pasaran a formar parte del grupo por alineación indebida. Sin embargo, en este cuento, la cenicienta decidió no irse a casa a las 12 y pelear en los tribunales por lo que había ganado sobre el terreno de juego y le habían quitado.