La afición colchonera no se despista. Sabe lo que quiere. Y lo que quiere es ver este año a su equipo luchar por la Liga. Ni partidos del siglo, ni horas domingueras intempestivas desaniman a la irreductible parroquia a asistir puntualmente al Calderón. La afición cree porque el equipo cree. Los jugadores creen porque Simeone les ha hecho creer. La fe da fuerza, la fuerza, intensidad y la intensidad, victorias, las victorias dan puntos y los puntos nos ponen colíderes.