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Victoria clara en una noche en la Simeone decidió introducir dos cambios de peso en el centro del campo (Tiago por Mario y Raúl García por Koke) que fueron protagonistas del encuentro por su desempeño y por marcar 3 de los 5 goles anotados. Mención especial merece que Simeone decidiera alinear a Adrián quizás lanzando un mensaje al club del que destacó su valía y volvió a insistir en que esperaba que se quedara. Echó balones fuera sobre posibles llegadas, aunque prevé movimientos y lanzó un aviso a navegantes sobre las filtraciones. Paco Jémez por su parte muy enfadado por la complacencia de club y jugadores protagonizó la «rajada» de la noche.

Después de la jubilación prematura de Falcao en el paraíso de Mónaco al Atlético de Madrid le queda Diego Costa, un enorme jugador de fútbol niguneado por sus detractores y venerado por los seguidores atléticos. Costa fue el mejor de la segunda parte de la temporada pasada y ha comenzado ésta en la misma línea, con dos golazos que dan al Atleti la primera victoria del curso. Exagerando un poco: Diego Costa y diez más que diría aquél.

El Atlético de Madrid empataba a cero ante el Mallorca, un equipo que se jugaba la vida ante los rojiblancos. Tras el encuentro, Simeone acudió a la última rueda de prensa que se iba a realizar en el Vicente Calderón esta temporada. El resultado era lo de menos y lo verdaderamente era su delantero, Radamel Falcao. No hay nada oficial, aunque si el jugador decide irse, Simeone solo tendría palabras de agradecimientos para el nueve colchonero.

Falcao se va. Se va el delantero centro más efectivo de la historia del Atlético de Madrid. Se va el ariete que menos partidos ha necesitado para anotar 50 goles en la Liga. Se va el delantero colombiano con 70 goles en sus botas en los 90 partidos disputados con la casaca rojiblanca. Se va el 17º goleador histórico del club. Y eso es decir mucho en un club en el que jugaron Ben Barek, Escudero, Gárate, Rubén Cano, Baltazar, entre muchos otros.

Estaba todo decidido. El Barcelona ya era campeón de Liga desde anoche y el Atleti alcanzó el tercer puesto el miércoles. La final de la Copa estaba a la vista y también condicionaba el partido. Ningún aliciente competitivo, así que no hubo fútbol. Pero en juego estaba el prestigio de dos instituciones históricas. Una de ellas con unos últimos 20 años espectaculares, la otra de capa caída, en un declive absoluto, por más que esta temporada hayamos sacado un poco la cabeza.

El Atlético de Madrid consiguió una victoria holgada en Balaídos y certifica así su participación para la Liga de Campeones 2013/2104. El objetivo tan anhelado y trabajado por Simeone y sus futbolistas se ha conseguido con tres jornadas de antelación, lo que hace aún más meritoria la gran temporada que está haciendo el Atleti. Nunca, el Cholo, ha ocultado que la obsesión del cuerpo técnico y toda la plantilla era jugar la Champions League la temporada que viene.

Diego Pablo Simeone dejó lo mejor para el final del partido. A falta de 20 minutos y con una escasa diferencia de tiempo entre ambos cambios, sacó al terreno de juego a Arda Turan y a Óliver Torres. El partido cambió radicalmente. El Atlético llegó varias veces y con más peligro de lo que lo hiciera durante todos los minutos anteriores. Podría justificarse que dejara a Turan en el banquillo ya que está recién salido de una lesión, pero creo que va siendo un clamor que el joven Óliver tiene sitio en este Atleti.