Vivía la Liga española en el nirvana del duopolio construido en la última década a base de favorecer a los poderosos y olvidarse de los pobres hasta que hace dos años y medio llegó Diego Pablo Simeone al Atlético de Madrid. Desde entonces, el guión establecido en los despachos y alentado desde las redacciones ha terminado en la destructora de papel. El Atleti se proclamó campeón de liga con autoridad y contra todo pronóstico en un campeonato histórico.