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Que duda cabe que cuando el seleccionador Vicente del Bosque dé su lista definitiva el domingo, todos los Atléticos estaremos con los dedos cruzados para acabar con cuatro años de no aparecer en las convocatorias del combinado nacional. Vamos a repasar los méritos que han hecho los tres jugadores rojiblancos Adrián López, Juanfran Torres y Álvaro Domínguez que han entrado en esa primera preselección de 21 jugadores  a falta de unir los nombres de los jugadores del FC Barcelona y Athletic de Bilbao para intentar responder a la duda que se planteaba el otro día mi compañero Julio de si habría algún jugador del Atleti en la Eurocopa.

Juanfran Torres (Crevillente, 1985) es la segunda parada en nuestro repaso, al que desde aquí también vemos con serias posibilidades de acudir a la Euro de Ucrania y Polonia.  Como credenciales el extremo reconvertido en lateral derecho presenta por encima de todo algo que se presupone pero que el ha convertido en su marca de la casa: su actitud. Juanfran es el luchador por excelencia de la clase media atlética.

De despreciado a adorado por la grada. Llegó al Atlético de Madrid sin vitola de estrella, con pasado madridista (le abuchearon en su presentación),  fue fichado como parche en un convulso mercado de diciembre de 2010 procedente del Atlético Osasuna un equipo que en el Manzanares despierta pocas simpatías. Además se había pagado una cantidad a priori altísima por él. Se había dejado marchar a Simao Sabrosa al Besiktas por un coste raquítico de 2M€, fichando al alicantino ¡por más del doble de esa cantidad! Llenar para el aficionado ese hueco emocional en un equipo ya desgajado por el enfrentamiento Quique Sánchez Flores-Diego Forlán hizo si cabe más difícil el aterrizaje de Juanfran. Pero no decayó en su ánimo, en sus manifestaciones y en su trabajo. Le tocó debutar en un derbi copero de infausto recuerdo en el que lo intentó y se dejó la piel por la rojiblanca pero no fue suficiente para consolidarse en el equipo.

Juanfran jugó una quincena de partidos pero no terminó de calar en la afición rojiblanca que llegó a pitarle en esa primera media temporada. Pero nadie cree en Juanfran más que el propio Juanfran. En entrevistas posteriores a su presentación al ser preguntado por su juego dijo que su meta era trabajar para poder ayudar a su club y aspirar a la selección asegurando que se sentía uno de los 2 ó 3 mejores extremos nacionales. Confianza no le falta. Ni confianza ni capacidad para agarrarse a una oportunidad como un clavo ardiendo.

Ya con Quique probó un tramo de un partido de lateral pero fue Gregorio Manzano el que le vio mayores aptitudes para el puesto ante las constantes recaidas de Silvio. Su comienzo en el puesto fue titubeante pero su falta de conocimientos en el puesto el alicantino lo suplía con entrega. Con Simeone ha llegado su estabilidad como jugador en esa demarcación convirtiéndose en titular indiscutible del equipo. Sus conceptos tácticos y colocación han mejorado sensiblemente.

Ha aportado sobriedad en defensa y un despliegue de carrilero de antaño llegando a línea de fondo con asiduidad y participando con varias asistencias e incluso un gol al balance ofensivo del equipo. Nunca escondió que su mayor ilusión es triunfar en el Atlético y llegar así a la selección. Juanfran está viviendo su sueño dorado y sus declaraciones estos días lo confirman: si hace unos días la Europa League era el mejor momento de su carrera, ayer mismo declaraba «estar con la selección es lo más importante que me ha pasado» a la vez que confiesa que esto en diciembre era imposible de atisbar.

Porque nos gusta este cuento de hadas a lo cenicienta que es la trayectoria de Juanfran, porque nadie gana en ilusión y trabajo en cada entrenamiento al de Crevillente, porque cuando hablas con él emana amor por su profesión y honestidad y sobre todo porque ha hecho una temporada sensacional y se lo merece pedimos que la carroza no se transforme en calabaza y ¡Juanfran Selección!

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