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Manzano pasaportó las rotaciones al otro mundo, al de los absurdos y al de las estupideces sin sentido ¡Que allí se queden! Lo hizo sin sentido, sin ninguna necesidad en el inicio de temporada y metió a los jugadores, y por ende al equipo, en un lío morrocotudo. Solo cuando se vio al borde del precipicio rectificó, haciendo bueno el dicho aquél: solo acierta cuando rectifica. Las rotaciones y Adrián. El asturiano brilló más que en el partido contra el Zaragoza. Volvió a anotar dos goles en un suspiro y dio un pase de gol a Diego, sencillamente sublime, tras una jugada de tiralíneas.

A todo lo anterior hay que sumar un cambio de actitud en los jugadores que en casi todos los siete partidos sin ganar, muchos de ellos habían estado ausentes . El cambio de actitud se notó sobre todo en la presión que hizo el Atlético de Madrid desde el inicio del partido. Si meten estas tres claves en la coctelera tendrán la explicación a porqué antes no y ahora sí. Las cosas en la vida no suceden casualmente. Ni en el fútbol tampoco.

Especialmente activo estuvo Turan. El turco aparecía por todos lados, ora para dar un pase de gol a Adrián, ora para robar un balón. Hay que reconocer que Turan va poco a poco participando mucho más en el juego y siendo cada vez más protagonista y decisivo en el juego. Diego también tuvo un buen partido con más presencia y constancia que en otras ocasiones. Se le ve que está engrasando la maquinaria de su juego que ha estado detenida durante tanto tiempo. A nadie se le escapa que estos dos jugadores marcarán el destino del Atleti esta temporada, puesto que de ellos depende la creación del juego.

Sé que es clamar en el desierto pero reclamo alguna oportunidad más para Koke. Creo que Manzano ha encontrado la pareja de mediocentros que le gusta y va a ser difícil que cambie  y menos a favor del canterano. Para dar confianza a Koke habría que ser un valiente y, me temo que Gregorio está claramente en el bando de los conservadores.

Otro de los protagonistas fue Perea que destronó a Griffa del honorífico título de ser el extranjero que más veces ha vestido la camiseta rojiblanca. Hay gente al que le parecerá un deshonor, pero de lo que no se le puede culpar al bueno de Perea es de haberse dejado un gramo de fuerzas en la reserva en cada uno de los 292 partidos que ha jugado con el Atlético de Madrid.

Me siguen quedando dudas al respecto de qué Atleti nos encontraremos en los siguientes partidos. Conviene ser prudente y no pasar del rojo al blanco de forma inmediata y seguir mirando las cosas de nuestro equipo con perspectiva. Entre otras cosas porque al dúo se le ha puesto ya el fondo de los ojos el símbolo del dólar, como le ocurría al Tío Gilito, con el ofrecimiento que ha hecho el Villarreal por Adrián. Y ya saben que a contar billetes, no hay quien les gane.