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Ayer se vivió una bonita noche en el Calderón. Por varias razones, una de ellas es porque el pasado reciente de nuestro equipo no es para tirar cohetes y hace tanto tiempo que no se veía jugar al fútbol así, que seguramente que la de anoche quedará en nuestra memoria por bastante tiempo.

Otra de ellas, es porque se ve que hay buenos jugadores y que además pueden hacer un buen equipo. Es indudable que este año se ha fichado bien, además de forma rápida, ya que ninguno de los fichajes se ha demorado más de lo razonable, lo contrario de otros años que hasta el último día antes de empezar la temporada no se hacía el último fichaje de la temporada. Esto demuestra que ha habido planificación y se han hecho bien las cosas. También demuestra que ha habido dinero, fruto de la venta de Torres al Liverpool. Era el primer partido que veía sin Torres en el Atleti y me acordé de él. Siempre he creído en contra de algunos, que Torres tenía que quedarse y el equipo tendría que hacerse en torno a él. Pero, supongo que económicamente no ha podido ser así y el dinero de su venta ha servido para que el club pueda crecer. Espero que sea para bien del Atleti, como así parece.

Quiero destacar a Forlán, ¡qué grande! Parece que llevara jugando en el Atleti, toda la vida y sólo era su segundo partido. Pero sobre todo a Kun Agüero. Si lo de ayer lo repite con frecuencia, habrá merecido la pena ficharlo y esperar todo el año pasado.

En realidad todos estuvieron bien, incluso el entrenador que cambió a Reyes, justo después del segundo gol, cuando la gente vivía una euforia como no se recordaba.

No es para tirar cohetes, porque el rival era muy flojo, porque es muy pronto, pero creo que está justificada nuestra esperanza en que el Club Atlético de Madrid ha empezado a enterrar fantasmas, y que será de nuevo un grande de España y de Europa, porque ayer, por fin y después de muchos años, hubo fútbol en el Calderón.