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Transcurrió la mañana con una noticia buena y otra mala. La convocatoria de Domínguez con la selección absoluta fue una sorpresa para los atléticos que llevábamos reclamando, infructuosamente, a Del Bosque que llamara al canterano desde hace tiempo, si bien ahora con menos fuerza que hace un par de temporadas. La progresión que se le adivinaba se cortó de raíz la temporada pasada por un quítame allá no sabemos bien qué, con Quique Flores. Sigo pensando que Álvaro tiene condiciones y está oportunidad de ir con la selección debe suponer un aldabonazo definitivo en su carrera.

La noticia no tan buena es esa que nos cuenta que el mejor gestor del año pasado va a vender a Forlán por 5 millones de € al Inter. Cinco millones que irán destinados a la cuenta del jugador puesto que esa es la cantidad que le debe el club. Cinco millones que se antojan un regalito de Reyes Magos para aquél club que quiera comprar al jugador que ha ganado dos Botas de Oro, al mejor jugador del Mundial 2010, bicampeón con el Atleti y reciente campeón de la Copa América. Un jugador que cobra 4’5 millones de euros, nos dicen, y que ahora después de un año y medio que se le renovó el contrato, el Atleti dice que no puede pagar. Gil Marín ha proclamado a los cuatro vientos, por activa y por pasiva, a todo aquél que le ha querido oír que no quiere a Forlán en el Atleti. Tanto lo ha puesto en el escaparate que no le ha quedado más remedio que regalarlo. Es lo que tiene firmar contratos que luego no se pueden cumplir.

Éste es el momento en el que digo que todo lo que he escrito en el párrafo anterior hay que cogerlo con alguna que otra prudencia, puesto que todo apunta a que Forlán jugará en Italia la próxima temporada, pero los clubes aún no han confirmado tal acuerdo.

Voy al partido, que me enciendo. El Atleti solventó el partido con más oficio y tranquilidad de la esperada. Y lo hizo desde el inicio para que no se generaran dudas. No ha sido un partido para sacar conclusiones porque el rival estuvo entre flojo y flojísimo y dio muchas facilidades a los futbolistas atléticos.

Aún así, es justo destacar que al Atleti se le vio mucho más combinativo que en otras ocasiones. No solo entre los volantes, sino entre ellos y los atacantes y también con los laterales que subieron con mucha frecuencia por sus bandas respectivas. El Atleti se pareció a un equipo de fútbol durante muchas fases del partido. Una buena noticia.

El Atlético de Madrid no se conformó con la ventaja inicial del partido de ida, ni siquiera después del gol de penalti de Gabi y estuvo constantemente buscando la portería rival. A ello, contribuyó decisivamente Adrián: jugador que ha dado un rendimiento muy por encima de lo que todos esperábamos. El asturiano tiene mucha movilidad, buena visión de juego y estuvo acertado en los remates. Queda la duda de si Manzano le reservará un sitio en el once titular o tendrá que esperar en el banquillo.

Vivimos un encuentro plácido, como deberían ser todos los partidos en los que nos enfrentamos a equipos tan inferiores. El Atleti tiende a liarse de la forma más absurda, pero no fue el caso, y logró la clasificación para la Europa League de forma holgada. Mucho más de lo que pudiera esperarse por los que vimos el partido de ida.

Ha sido un largo peregrinar desde primeros de julio hasta el día de hoy para obtener el pase definitivo a la Europa League. Un peregrinar por el que el Atleti no debería hacernos pasar nunca más. Por categoría, por afición, por historia, el Atleti, los atléticos merecemos más alegrías y menos tristezas. Estoy muy escéptico, pero ojalá querido lector, en el mes de mayo tenga que rectificar. Lo haré con mucho gusto.