Faltan títulos universitarios en psicología para explicar a dos futbolistas, en la edad óptima de su carrera y después de cuajar las mejores dos/tres temporadas de sus vidas, que no irán al Mundial. No a un Mundial cualquiera, a SU Mundial, ese que se disputa en su país, allí donde se aprende a bailar samba y a regatear según se sale de la cuna. Luiz Filipe Scolari dio la lista de convocados de la selección brasileña y en la canarinha no habrá representación rojiblanca por mucho que el Calderón haya disfrutado, y mucho, a ritmo de los jugadores brasileños en los últimos años.
Parece como si dos de los mejores zagueros de la Liga estuvieran pagando los platos rotos por la ‘infidelidad’ de Diego Costa, que eligió España. Una venganza tremendamente injusta pues, por cuestión de edad y quién sabe si de rendimiento, nunca jamás volverán a estar en una Copa del Mundo pese a haber hecho méritos más que de sobra para conseguirlo.
Duele no ver los nombres de dos futbolistas colchoneros en una de las grandes favoritas al título final y no parece que el enfado sea fruto del capricho de una afición encantada con estos dos futbolistas. El mundo del fútbol parece igual de sorprendido con una decisión sorprendente no solo por los ausentes, sino por sus potenciales sustitutos: Maxwell y Henrique. Sin desmerecer sus respectivas temporadas en PSG y Nápoles, el rendimiento y la exigencia competitiva que han tenido Filipe Luis y Miranda dejan pocos argumentos para su defensa.
En el Atlético, compañeros y afición, no queda sino apoyarles tras un mazazo que, esperamos, no afecte a su rendimiento en estos tres compromisos en los que el equipo de Simeone se juega hacer realidad algo que muy pocos pensaron si quiera soñar.
Buen anuncio, mejor respuesta
Permitidme las últimas líneas para hablar del último anuncio de Coca-Cola en el que se ‘vuelve’ rojiblanca. Si bien un servidor cree que, al contrario de la creencia popular, el atlético no solo nace, sino que también puede hacerse, dudo que únicamente una chica, por encantadora que sea, pueda ser el motivo principal de tan solemne conversión.
Y como a cada movimiento de la actualidad rojiblanca, ahí estaba también el lápiz de Jorge Crespo Cano en su ‘Sonrisa de Neptuno’ para moldear con su toque irónico y burlón el anuncio. ¡Chapeau por él!
Lo de Scolari no tiene nombre.
Este señor es el mismo que hacia nacionalizarse portugueses a jugadores brasileños, cuando el fue seleccionador de Portugal.
Se viste con la bandera brasileña cuando vendio que era más portugués que nadie.
Nuestro seleccionador en este tema esta dando una lección al no entrar en las insinuaciones y provocaciones de este señor.
Saludos.